You're so toxic~, and I love it..., why?/Luckity

¡Rubius!

El híbrido oso estaba organizando todo para ir a casa de Quackity y supervisar que todo estuviera en orden, una vez que todo estuvo listo se dispuso a salir pero en la puerta se encontró a Veggeta, quien estaba un poco alterado.

R: ¿Veggeta?, ¿Estás bien...?-

V: Yo si..., peero, creo que Lucio no lo estará dentro de poco, jaja...-rió con nerviosismo pero con un poco de emoción-.

R: ¿Por qué?, ¡¿qué pasa tío?!-exaltado agarró los hombros del pelinegro-.

V: Creo que sé quienes pueden ayudarte con Luzu y Quackity, son personas que conoces muy bien.

(...)

Después de charlar con Veggeta Rubius se fue con alegría a casa de Quackity, mientras en su rostro se iba formando una sonrisa de satisfacción, sabía que sería difícil llevar acabo el plan que tenían, pues debían hablar con Sapo Peta y..., ¿Auron?

Al llegar a casa del híbrido pato tocó la puerta y fue recibido por el ya mencionado, dándole una sonrisa algo fingida para él, pero natural para Rubius.

Q: ¡Hola Rubius!, ¿qué tal?, ¿qué haces por aquí?

R: Oh nada Quackity, vengo a revisar que todo esté en orden, ¿puedo pasar?

Luzu apareció detrás de Quackity, y con un tono frío de muerte saludó también a Rubius y sin remedio alguno le dejó pasar.

El híbrido oso miraba todo a detalle, necesitaba algo, algún indicio de que Luzu maltrataba a Quackity, pero fue grande su sorpresa al ver que no parecía haber nada fuera de lugar, todo se veía demasiado pulcro.

R: Wow, debo admitir que su casa es bastante amplia, mola demasiado eh?

Q: Verdad, Lusu sugirió el color de los muebles..., y como me gusta verle feliz le dije que está bien, de todos modos no me molesta.

El castaño de ojos rubíes sonrió con malicia notoria, pero aún así invitó al peli blanco a sentarse en el sofá y platicar un poco.

L: Bien..., ¿quieres un poco de vino?, ¿agua?, ¿algo?

R: Me encantaría una copa de vino por favor Luzu.

L: Bien, ¿y tú Quack's~?

Q: Igual, un poco de vino nunca cae mal...

L: Bien, ya vuelvo.

El castaño se fue a la cocina y los dos híbridos empezaron a platicar.

R: Quackity tío, creo que tengo una idea, pero la quiero hablar contigo en privado si no es molestia...

Q: Ja, ¿en serio crees que estoy en peligro?, lo de la otra vez..., no necesito ayuda..., ¡estoy bien!, ¿no lo ves...?

R:Más bien parece que tratas de creerte-, yo solo quiero ayudarte Quackity, esta situación es..., no sé ni siquiera cómo describirla, pero te lo pido, te lo ruego, déjame ayudarte.

El menor azabache no sabía qué pensar, Luzu aún no cambiaba, pero le prometió estar siempre con él, "para siempre"...

Luzu llegó con las copas y unas chatarras, pero claro, como no era estúpido se dió cuenta de una pequeña incomodidad d e parte de su Quackity.