Impura

14

Tiro mi cuerpo hacia atrás en la cama, abro los ojos de inmediato cuando recuerdo con quien dormí anoche y me giro para mirarle, sus manos están aferradas a mi cintura, mis piernas entrelazadas con las de ella. Se siente bien, no está mal, pero la voz de Lisa en el exterior me sobre salta.

—¡Artemis! ¿Estas despierta? —golpea la puerta con violencia, esperando el momento que conteste, intento quitarme las manos de Wanda de encima, pero su agarre se intensifica y ha decidido que debe sostenerme con más fuerza.

—Wanda —susurro su nombre con tanta suavidad, cada palabra se mezcla con mis sensaciones y verla dormir me produce algo, algo sin nombre. Trato de sacudirla con suavidad, abre los ojos y se me queda mirando por unos minutos largos, sin decir nada. La mirada se le desvía cuando escucha a mi hermana en la puerta.

—¡Artemis, despierta! —golpea más fuerte y los ojos verdosos de Wanda desaparecen, los cierra de nuevo. Tiene pecas decorando todo su rostro, no lleva maquillaje y no me percato de algo, huele a wiski. Llegó alcoholizada anoche.

—Wanda —susurro de nuevo

—Mmm —tararea desde el fondo de su garganta

—Tengo que ir con Lisa y tu agarre no me lo permite —sonríe de lado y sus manos se desprenden de mi cuerpo, se da la vuelta y sigue durmiendo. Me miro ya liberada, me levanto a duras penas de la cama y tomo lo primero que encuentro para cambiarme de ropa. Le doy una profunda mirada a Wanda, sigue durmiendo y no la culpo, me gustaría seguir haciéndolo pero Lisa vuelve a recordarme porque me estoy levantando. Abro la puerta un poco, saco mi cuerpo y me encuentro con Lisa en el pasillo, recostada sobre la pared y con los brazos cruzados.

—¡Hasta que al fin! —expresa con fastidio, blanqueo los ojos y elevo mi mano para que haga silencio

—Wanda está dormida

—¿Dormida? Su cuarto es arriba

—Durmió conmigo —nos encaminamos hacia la cocina, una vez allí enciendo la cafetera. La expresión de mi hermana me produce una suave risa —anoche invite a Pier, tuvimos una pelea y ella llego en el peor momento —suspiro —le pedí que durmiera conmigo, no quería estar sola en realidad.

—¿Por qué discutes con Pier? —saca las tazas, las deja a un lado y tira su cuerpo sobre la mesada para prestarme más atención.

—Quiere que deje de trabajar porque... —recuerdo que mi hermana no sabe nada —hay un chico que está detrás de mí —aclaro —siente celos, no puede controlarse

—Pero es tu trabajo, Artemis y si él no lo entiende, el problema no eres tú y mucho menos el chico que está detrás de mí —su expresión no es buena, esta enojada —el problema es de el —muerdo mi labio —tienes que terminarlo

—¿Qué debe terminar? —pregunta Wanda apareciendo en la cocina, se acerca a mi cuerpo, lo roza y mis espalda se arquea ante la sensación de su tacto. Me mira y desliza su mano por mi columna para tranquilizar el movimiento involuntario de mi cuerpo, estira su mano para tomar otra taza

—Su relación con Pier

—Oh, eso, coincido —mi cuerpo a quedado encerrado con el de ella, Lisa se da la vuelta y camina en dirección a una de las alacenas. Wanda apoya su mentón sobre mi hombro y espera con paciencia a que la cafetera libere el café. Yo espero lo mismo, pero para servirle a Lisa y bueno, ahora a Wanda. Mi té espera ansioso a ser seleccionado.

—Aunque también pienso que debería cambiar de trabajo

—¡No! —exclama Lisa, Wanda se aleja y mi hermana tira sobre la isla un paquete de galletas —amo a Pier, pienso que son perfectos juntos, pero si no puede soportar algo tan mínimo como verte trabajar, no funcionará.