| VEINTE |

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Dos meses.
Dos meses era lo que había pasado desde que Aaron y yo terminamos.

Querrás decir: me terminó.
No ayudas conciencia.

No supe más de el, solo que un día desperté y tenía un sobre con dinero bajo mi puerta, y una carta que decía que eso era por el tiempo en que fui su secretaria.

No les voy a mentir, ese dinero me ayudó demasiado.

Pude pagar la renta en lo que conseguía un nuevo empleo y comprar suministros para no morir de hambre.

En el fondo, extrañaba mi vieja vida.

Volviendo al tema principal, Ahora soy mesera en un bar.
No me puedo quejar, las personas allí son amables, el salario no es el mejor, pero puedo vivir con eso, y hasta hice una nueva amiga.

Iby. Es una morena de carácter fuerte, pero super divertida.

La conocí gracias a un cliente que se alteró por qué según el, le lleve un café que no era, empezó a insultarme, entonces Iby me defendió, y desde ahí, nos hicimos amigas.

Me fue imposible no pensar en el, en estos dos meses, en si ya había conseguido otra persona, en si el me pensaba como yo a él, o al menos en si aún me recordaba.

Admito que tuve noches en las que no dormía a causa de esos pensamientos, noches en las que lloraba pensando que hice mal.

Pero por mi propio bien, decidí arrancar esa página, y seguir con mi vida.

Ahora me encuentro en el bar, hoy tengo doble turno, por lo que me espera un día largo y agotador.

Tomo la libreta junto al bolígrafo y me acerco a la pareja que acaba de entrar.

Se ven tan enamorados, ella le sonríe mientras el le acomoda un mechón de pelo detrás de sus orejas.

_Buenas tardes, ¿Que desean ordenar?_ Pregunto interrumpiendo el momento.

_Yo quiero un café cortado, sin azucar_ dice el hombre de cabello rubio y ojos verdes.

_Lo mismo, pero con azucar_ finaliza la chica.

_Enseguia les traigo su orden_

Me dirijo hacia la barra y preparo su pedido.

×××××

El sol ya se oculto, y yo aún estoy de aquí para allá, tomando órdenes y llevando tragos.

En las noches suele haber más gente, y más los fin de semanas.

Estoy agotada, cansada, y con sueño.

Gracias a Dios, a Iby le toca el turno de noche, al menos no estaré tan sola.

_En la mesa cinco hay dos clientes nuevos, Ve tu, yo atenderé a la arpía que me da órdenes como si fuera mi jefe_ indica mi amiga mientras pone los ojos en blanco.

_Trata de ser amable_ le murmuró con sonrisa burlesca.

_Pero si soy un algodón de azúcar, me ofendes_

Esa chica llegó para hacer tu vida más colorida.
Al menos estamos de acuerdo en algo, conciencia.

Me dirijo hacia la mesa cinco, en el camino reviso la libreta y me doy cuenta que no es la mía.

De seguro pedirán unos tragos, lo recordare.

_Buenas noches, ¿Que desean orde...

Las palabras se atoran en mi boca al ver a Aarón sentado allí.

Está junto a Angelo, su primo. Me quedo estática en mi lugar, mirándolo fijamente.

De todos los bares que hay en nueva York, ¿Justo acá tiene que venir?

El parece estar igual que yo, sus ojos negros me vuelven a observar despues de dos meses.
Ambos nos quedamos en silencio, de pronto se me olvida el resto de las personas que están aquí.

Dejo crecer su barba, su cabello está despeinado, su traje arrugado, parece que no se a cuidado como antes lo hacía.

Levanto mi barbilla y como si el no existiera repito:  _¿Que desean ordenar?_

Fijo mi vista en Angelo, por qué se muy bien que si lo sigo mirando, lloraré aquí, y le pediré a gritos que me dé una explicación lógica del por qué me dejó.

Yo creo que tienes, quince años mentales.
Tu te callas.

_¿Emma?_

Toda la piel se me eriza al escuchar mi nombre saliendo de sus labios.

Se fuerte, no demuestres debilidad.

_¿Van a ordenar o no?_ digo con un tono más frío.

Angelo levanta sus cejas y sonríe de lado, mientras su vista va de mi a Aarón.

_Tu eres la chica de la cafetería, ¿No es así?_ pregunta divertido.

_Si_

_¿Haz dejado al patán que se atrevió a engañarte, me imagino?_

Puedo ver por el rabillo del ojo como Aaron frunce su entrecejo y mira a su primo de una manera que no puedo describir.

_¿Me perdí de algo?_ pregunta irónicamente

_Ella es la chica de la que te conté esa tarde en la empresa, ¿Recuerdas?, La que el marido había engañado, solo que olvide el pequeño detalle de decir que era tu secretaria_ responde Angelo como si nada.

Aaron no responde, no dice nada, y eso me desespera.

_Disculpen mi insistencia, pero no son los únicos clientes_

_Tienes razón, discul...

_Una botella de whisky_ interrumpe Aaron.

¿Una botella?

_¿Una botella?_ pregunta Angelo como si me leyera la mente.

_¿Acaso eres sordo?_

_Enseguida_ salgo de allí más rápido de lo que canta un gallo.

Me dirijo hacia Aby, que está anotando algo en su libreta y sin tiempo a nada, la tomo del brazo y la llevo a la cocina.

_¿Que pasa?, ¿Por qué me traes aquí?_

_Esta aqui_ respondo alterada

_¿Quien está aquí?_

_Aaron, El está aquí, y lo acabo de atender, tienes que ayudarme, Aby_ pido desesperada.

_Emma, No entiendo de que hablas, ¿Quién corno es Aaron?_ pregunta con una cara de confusión total.

Mierda

Olvidé que ella no sabe nada, nunca le conté, o no me animé, no se.

_Mi ex_

_¿Y tan así te vas a poder por tu ex?_

_Es que terminamos hace poco, y aún no lo supere, por favor, pidió una botella de whisky, ¿Puedes llevarla tu?_

Ella solo se limita a darme una mirada cansada, luego un suspiro y por último, pone sus ojos en blanco. Otra vez.

_Esta bien, pero luego me cuentas todo_

Sin darme cuenta suelto la respiración que no sabía que contenía y le sonrió mientras sin palabra le digo, Gracias.

Creo que hoy será una noche larga, querida Emma.
Así es conciencia, Así es.

_________________✨

De apoco vamos volviendo.

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Espero les haya gustado, y nos vemos en el siguiente, cap✨💖

Esᴘᴏsᴏs ᴅᴇ ᴅɪᴀ Y Eɴᴇᴍɪɢᴏs Dᴇ Nᴏᴄʜᴇ +18   (Terminada )Where stories live. Discover now