Remember - Aegon II Targaryen

Tercero: familias y cenas

Yellow
By: Coldplay
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Después de dos años de noviazgo con seis meses previos de citas ambos fueron a vivir juntos, llevaban un año viviendo en compañia del otro.

Era un apartamento, no tan grande, pero lo suficiente para que ambos estuvieran cómodos, ambos trabajaban y dividían las cuentas, su vida apuntaba, a sus cortos veintiún años, a que ambos llegarían a estar casados en poco tiempo.

Para ese entonces ambas familias se conocían y ellos conocían a las familias del contrario.

Alicent; la madre de Aegon, amaba a Elois.

La primera vez que la había llevado a su casa para presentarla ante su amada familia fue para una cena navideña, un año después de que oficializaron su noviazgo.

Fue, quizás, una de las más hermosas cenas que pudo tener, sabía que su padre solía estar presente en esos eventos y era por eso que había decidido llevarla esa fecha. Su madre y hermanas habían quedado encantadas con la chica, su carisma y la amabilidad que desparramaba, su hermano menor; Daeron, había decidido que ella sería una buena persona a la cual mostrarle su colección de peluches de Link de The Legend of Zelda, Aemond por su parte mantuvo conversaciones con ella a pesar de ser alguien callado y su padre había aceptado rápidamente a la nueva persona en su familia. Su tío, quien era el que más miedo le daba que conociera, para su sorpresa fue bastante más divertido que en las cenas pasadas, aunque era más porque se acababa de divorciar que por los presentes.

Por el contrario, la otra cena navideña la pasó con la familia de Elois, que constaba de su hermano mayor de nombre Damian, y su madre; Mariel. Para ese entonces él y ella tenían ya los veinte años y su cuñado veinticinco.

Había sido una cena tranquila, bastante diferente a como solían ser las de su extraña familia. Pero no le disgustó. Damian era casi la versión de ella en masculino, la diferencia era que él era rubio y ella castaña, físicamente ambos eran distintos, pero en personalidad eran más parecidos de lo que ambos podrían reconocer.

Después de mudarse juntos los problemas no disminuyeron o aumentaron, era increíble cómo el cambio no se sentía como eso, sino como una nueva etapa para la que él ya estaba completamente listo.

Ambos tenían la madurez suficiente para afrontar lo que viniera de ese punto en adelante, habían tenido pláticas con sus respectivas familias y habían recibido consejos de las contrarias para que pudieran dar ese paso con tranquilidad, y es que él entendió porqué su padre se había casado dos veces.

Él llegaba a casa a las 6:00 p.m. con frecuencia, a veces avisaba cuando llegaría más tarde, siempre que la veía ahí, haciendo algo o nada era lo que producía paz en él. Ella era capaz de hacer que todo a su alrededor desapareciera y sólo existieran ambos.

Era triste porque su padre de había casado con su madre cuando él tenía algo más que comida para ofrecer, ella solía recordarle que para ella eso estaba bien, que ambos estaban saliendo adelante entre ellos y empezaban a construir sus cosas, que confiaba en él y que nunca le había fallado en eso.

Para ese entonces Aegon había estado ahorrado un poco de cada uno de sus salarios, creía que después de casi cuatro años de conocer a la mujer y de estar a su lado ella era la persona que quería, en realidad lo hacía, así que se propuso comprar un anillo de compromiso lo más pronto posible, idea que su madre y hermanas habían aplaudido y casi celebrado cuando les contó.

Rhaenyra estaba emocionada por la idea de que su hermanito finalmente sentaría cabeza y con la mujer correcta para él, Helaena soñaba con un lindo vestido de novia para su cuñada y su madre estaba ya decidiendo en su mente los nombres de sus futuros nietos.

Hubo algo que su media hermana había preguntado esa noche, cuando había pedido ayuda a las chicas de la familia para que lo aconsejaran.

"- Recuerda que aún eres joven y puedes esperar un poco más, pero si de verdad deseas hacerlo puedes, pero debes estar seguro de ello. ¿Estas seguro de eso, Aegon?"

Él se había sentido ofendido por la pregunta, pero no importaba, había dicho que claramente lo estaba. Él estaba listo.