Sloan's Heart

1x31: Te quiero

Llevo casi una hora sola en casa de Mark, bueno, ahora parece que va a ser mi casa por una temporada, que cada vez interiorizo más que va a ser muy larga. Me gusta Mark mucho, pero no se si esto de vivir juntos acabará con nosotros, la convivencia es dura, nunca ha vivido en pareja, pero vivía con tres cavernícolas y siempre había algo por lo que gritarnos. Aunque a decir verdad los voy a echar de menos, odiaba, muchas veces vivir con ellos, pero siempre estaban para mi, para lo que fuera. Luke siempre hacía idioteces y me hacía reír, Connor ponía orden, pero es el más sensato para pedir consejo si tienes un problema y bueno, Jeremy es un idiota, pero nos protege a todos con su vida si es necesario, pero eso es lo que ha provocado todo esto.

Le quiero, claro que lo hago, es mi hermano y jamás me ha fallado, pero siempre me ha sobreprotegido y no necesito más tanta protección, no soy de cristal. Me ha afectado mucho como me ha tratado en el hospital, me da igual que lo haya echo delante de todos, pero me duele que esas palabras hayan salido de su boca con tanta facilidad, como si no le costara echarme de su vida, de casa y de absolutamente todo por la tontería más tonta que existe.

He dudado de mi relación con Mark, me ha hecho hacerlo, porque parece que al final que si me importaba que Jeremy aceptara mi relación. Sigo dudando de todo esto, de lo mío con Mark, de lo que me ha dicho en el hospital, ¿realmente Mark me haría algo tan grande para partirme el corazón? No lo creo, pero mi experiencia con los tíos hace que no acabe de fiarme de ese no lo creo y crea a mi hermano, el cuál lo único que ha hecho en menos de tres horas es sembrar dudas que nunca se me habrían pasado por la cabeza si él no lo hubiese sabido y no hubiese salido tanta mierda radioactiva de su boca.

No quiero dudar de Mark, pero en esta hora es lo único que he hecho. No de él en si, del echo de que ¿y si no sale bien? ¿y si él la caga? ¿y si la cago yo? ¿y si tiene una manía que no soporto? ¿y si la diferencia de edad al fin se hace presente? ¿y si? ¿y si? ¿y si?. Una hora de ¿y si? Odio los ¿y si?, muchas veces no llegan a pasar y lo se, pero ¿y si? Connor me diría que dejase de pensar en todo esto y disfrutara de lo que me está dando la vida y que me olvidara de Jeremy y sus tonterías porque podría ser que Mark fuera ese amor que todo el mundo espera que llegué a su vida, el amor de mi vida. No creo en esas tonterías, bueno un poquito, pero es tan remoto que eso llegue a pasar que podría olvidarme de que existe esto fácilmente.

Escucho la puerta y dirijo mi mirada a ella.

— Vaya, has encontrado el vino.— Dice viendo la copa que tenía en la mano.— ¿Has cenado?

— No tengo hambre.— Le digo y él cierra la puerta.

— Eso no es posible, siempre tienes hambre.— Se quita la chaqueta, y eso me hace recordar que no me he cambiado aun, los tejanos deberían haberme empezado a molestar hace mucho rato pero ni me acordaba.

— No tengo hambre, Mark.— Se gira después de dejar la chaqueta en una de las sillas de la barra de la cocina y me mira a los ojos.— Con el vino me sobra.

— Has estado pensando todo el rato ¿verdad?— Me pregunta acercándose a mi. Lo miro frunciendo el ceño, no entiendo como lo sabe.— Te conozco, Liv. Tienes hambre siempre, si no tengo ese armario— señala el armario de las guarrerías— lleno te enfadas, es lo único que conoces de mi cocina.— Sonrío un poco.— Arrugas la frente cuando no entiendes nada, te salen unas arruguitas chiquititas cuando sonríes en las comisuras, pero solo en el lado izquierdo. Cuando bebes un poquito de más es como si te hubieses tomado un suero de la verdad y las sueltas sin pedirlas, además tu temperatura sube mucho. Amas los perros, creo que si algún día vemos a uno por la calle te pararas a jugar con él un rato. Te gusta el negro, mucho, siempre llevas algo de ese color.— Nunca le había dicho que mi color favorito era el negro.— Siempre, siempre doblas la servilleta perfectamente cada vez que te limpias con ella.— Sonrío por ese detalle.— No te gusta madrugar, pero la peor parte para ti es la alarma. Siempre llevas una goma de pelo en la muñeca derecha.— Se fija en todo.

— Das miedo.— Ríe.

— Dime que has estado pensando, Liv.— Me pide sentándose a mi lado y cogiéndome la copa para beber él un trago.

— Llevo una hora dudando de todo esto.— Digo echando hacia atrás la cabeza.— ¿Y si esto acaba contigo y conmigo y me he peleado con mi hermano para nada? ¿Y si no funcionamos? ¿Y si nos llevamos demasiada edad? ¿Y si la cago? ¿Y si lo haces tu?

— ¿Y si nos dejamos de "y si" y en el caso de que llegue algo de eso lo afrontamos?— Me pregunta. Lo miro y no deja de sonreírme.— Estamos juntos, si pasa algo lo afrontamos juntos, te pase a ti, a mi o sea cosa de los dos.— Se levanta y se acerca al equipo de música y empieza a toquetear algo en él dejando la copa en el mueble. Los primeros acordes de una canción suenan, veo como se arregla el pelo de espaldas a mi y se gira.— Hola.— Dice al mismo tiempo que el cantante.— Me llaman Mark, es un placer conocerla.— Dice tendiéndome la mano cuando llega a mi lado.

— ¿Vas enserio?— Pregunto mientras Propuesta Indecente de Romeo Santos suena de fondo.

— Yo no bromeo con bailar contigo y menos una bachata.— Dice.— Vamos, mi amor.— Sonrío y le cojo la mano levantándome para bailar bachata con él.

Me da una vuelta y pega su cuerpo al mío y empieza ha moverse, me guía completamente, madre mía como baila este hombre, no, si es perfecto. Santa madre de Dios, es perfecto. Baila perfectamente la bachata.

— Si te invito a una copa y me acerco a tu boca
Si te robo un besito, a ver, ¿te enojas conmigo?
¿Qué dirías si esta noche te seduzco en mi coche?
Que se empañen los vidrios y la regla es que goces
Si te falto el respeto y luego culpo al alcohol
Si levanto tu falda, ¿me darías el derecho
A medir tu sensatez?
Poner en juego tu cuerpo
Si te parece prudente
Esta propuesta indecente— Me canta en el oído haciendo que sienta cosquillas en el estómago. 

Bailamos la canción y las que siguen, son de diferentes géneros, pero la verdad es que me ha sorprendido como baila bachata, ya era lo que le faltaba a este hombre para ser perfecto. When I look at you de Miley Cyrus empieza a sonar y nosotros a bailar algo parecido a un vals de boda.

Su mano esta en mi cintura y la otra entrelazada con la mía mientras la otra mía está en su espalda, nos movemos por el salón como si estuviéramos en un campo infinito. No dejo de mirarle a los ojos y sonreír. Es la canción perfecta. Me hace dar una vuelta sobre mis pies y seguimos moviéndonos dando vueltas por el salón de su apartamento hasta que la canción está acabando que nos juntamos y nos balanceamos sin movernos del sitio con mi cabeza apollada en su pecho y la suya escondida en mi cuello.

— Te quiero.— Digo contra su pecho cuando la canción está acabando.

— Te quiero, Liv.

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FIN DE TEMPORADA

¿Qué pensáis de la temporada?