3x13: Maldito Mark Sloan

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Analicemos.

En menos de veinticuatro horas mi vida ha dado un gran giro, un giro que ahora que veo con perspectiva se veía venir desde hacía mucho. Las cosas entre Mark y yo no funcionaban, puede que fueran por Sloan, pero Mark, también, es mayorcito para darse cuenta como son las personas. 

O puede que al fin la diferencia de edad se hiciera ver. O puede que fuese todo a la vez, puede que si todo hubiese venido por separado lo hubiésemos superado. 

No se. Mi mente esta llena de razones que se cruzan una con otra y me hacen pensar en otras razones.

Lo único que se es que daría lo que fuera por volver a ver esa maldita sonrisa al levantarme por la mañana. Volver a ver sus ojos mirarme, con ese brillo tan particular que le salía cuando me miraba. Volvería atrás solo por sentir sus brazos rodearme por la espalda una vez más. Volvería ha hacerlo todo solo por sentir esas cosquillas que brotaban en mi cuando me acariciaba la mejilla al besarme, cuando cualquier fibra de su cuerpo rozaba cualquiera de la mía.

Volvería con él. Maldita sea. Maldito seas Mark Everett Sloan por aparecer en mi vida y ser malditamente perfecto para mi.

Le entiendo, no sabía que tenía una hija y quería saber de ella. Pero, ¿Dios, no podías enviarle otra hija menos hipócrita, manipuladora y ladrona? Es bueno, y de tan bueno que es peca por ello.

Quiere una familia ya y con Sloan la puede tener, al menos un intento de ello. Conmigo no, no ya. Me hubiese encantado tener hijos con él. Pero parece ser que no estábamos destinados, parece que cada sonrisa, cada mirada, cada roce, cada carcajada, cada caricia se quedaron atrás y no nos siguieron, en cambio, aparecieron las peleas, los gritos, la tristeza y el añoro por cada una de aquellas cosas que dejamos atrás por su hija.

Hace unas diez horas estaba en casa, no... En casa de Mark... No... En casa del doctor Sloan, si eso es mejor. Y ahora estoy en casa de mis hermanos. No. Mierda. En mi casa. Es mi casa. Es tu casa Olivia. Hace diez horas tenía una adolescente en mi salón, es decir, en el del doctor Sloan. Y ahora tengo cinco cachorros. Dios santo tenemos cinco perros. Capi, Loki, Thor, Ada y Hope, madre mía. Pensaba que nuestra vida no podía ser más caótica, pero me equivocaba... Como con Mark. NO. Mark Sloan fuera.

Estoy triste y enfadada. Y resacosa. Añadiré los brebajes de Jer a mi lista de maldiciones de esta mañana. Están deliciosos, pero no te dejan levantarte la mañana siguiente de la cama.

Nos fuimos a dormir a las cuatro de la mañana y el despertador a sonado a las cinco y media. Y a regañadientes nos hemos tenido que levantar para venir a trabajar. Pero, oh, sorpresa, sorpresa, no cabíamos bien en el coche y Jer ha tenido que poner los asientos del maletero, más bien el asiento, porque se negaba a quedarse sin maletero, así que Me ha tocado ir atrás, con las bolsas de todos invadiendo mis espacio personal, que dado mi estado de ánimo era necesario tener para evitar que empeorara.

No se cuanto tiempo llevo aquí. Pero las luces del hospital hacen que mi cabeza palpite.

Derek me ha mandado un busca, tengo que ir a radiología, por el camino me cruzo a Lexie que va en la misma dirección.

—¿También te palpita la cabeza?— Le pregunto caminando hacia la sala.

—Si y me duelen tanto las extremidades que si me agacho un poco me fallan las piernas.— Dice suspirando.

Llegamos a la sala y abro la puerta. Dentro están Derek, Cristina y Mark.... el doctor Sloan.

El levanta la cabeza, dejando de mirar el TAC y me mira a los ojos. Tiene ojeras y los ojos inchados, parece que no ha dormido muy bien, pensé que no estaría, pensé que se habría ido con el demonio rubio a Los Ángeles, pero no, aquí esta, arruinando mi vida.

Sloan's HeartTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang