• ʙᴀᴄᴋ ᴛᴏ ʏᴏᴜ • ʏɪᴢʜᴀɴ •

Capitulo 6

Mientras tanto del otro lado de la ciudad se encontraban los soldados de Gusu Lan, Wang Yibo, Liu Haikuan, Wang Hao Xuan y Darren Wang qué comenzaba su despliegue por las calles.

-Rescaten a los civiles e intenten evitar el enfrentamiento con los Wen.-Mando el lider de tropa Gu Yiye. -Liu, Wang.- Los llamo.

-Si capitán.

-Se que sus hogares estan en esta ciudad, si encuentran a sus familias, traiganlos a esta base.-Les sugirió.-Les deseo suerte.

-Muchas gracias capitán.-Con un saludo ambos se despidieron y partieron hacia la ciudad.

Era hora de regresar a casa.

...

Rulan corrió hasta que sus pulmoncitos no pudieron más, al parecer se encontraba bastante lejos.

Lagrimitas cayeron de su rostro, aún estaba de noche, estaba solo sin saber donde se encontraba, se habian llevado a su papi y a su tio Cheng, tenia miedo, hacía mucho frio y sus piecitos dolian.

Hace sólo un momento estaba durmiendo calentito en su cama y ahora estaba sólo en una calle vacía que no conocía.

La situación era mucho más de lo qué él pequeño podía procesar.

Sin tener sentido de la ubicación y ver las calles desoladas, decidió esconderse entre los arbustos abrazando sus piernitas.

...

La imágen con la que Yibo y Haikuan se encontraron era bastante desoladora.

Las casas con sus puertas abiertas, comercios con sus ventanas rotas producto de algun saqueo, algunos coches abandonados pero por el momento no habian encontrado civiles pero si a dos o tres heridos y unos lamentablemente fallecidos.

Ambos soldados se separaron un poco de su grupo, no debían olvidar el objetivo de su misión pero querian llegar a casa rápido.

-Por favor que Zhan este en casa, es lo unico que pido.-Susurró Yibo para si mismo y continúo con su recorrido.

Yibo llegaria a casa y sería recibido por su novio, sintiendo el dulce aroma de galletas recien horneadas, abrazaria y llenaria de besos al pelinegro como solia hacer todos los días, si eso haria ¿Verdad?.

Al llegar a la zona dónde se encontraba su casa, se separó de Kuan quien corrio hacia su propia casa con la esperanza de encontrarse con Zhoucheng.

Las frias calles parecian interminables para ambos

Que Zhan este en casa. Seguía rogando internamente.

Llegando cerca su corazón dio un vuelco, la puerta de su casa estaba entre abierta y la oscuridad reinaba en el interior.

Lentamente se acercó y dio un paso dentro, manteniendo el agarre en el arma de su costado.

Sus ojos picaron, había aroma a Zhan, olia a su hogar, pero éste no estaba ahí.

-¿Zhan?.-Se atrevió a llamar aunque sabia que debía ser silencioso.-Zhan, estoy en casa...-Pero su novio no bajaria de a saltitos las escaleras y saltaria a sus brazos para recibirlo.