Maldito contra su voluntad, Harry hizo lo mejor que pudo hasta que se encontró, de nuevo, vagando por el reino de la Muerte. Cuando la Muerte le ofrece una segunda oportunidad, una oportunidad para corregir los errores ante los que había estado cieg...
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NOTA: Este capítulo, lo admito, se me ha ido un poco de las manos. Culpo a la falta de sueño. También a Harry. Porque todo siempre es culpa de Harry. (Excepto cuando es de Luna. Que en realidad ni siquiera está en este fic porque la línea temporal como que... me jugó en contra ahí).
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Conseguir La Libertad
Harry había estado retorciéndose durante horas, enroscado en la agonía de un brazo roto, hasta que por fin consiguió dormirse. Sabía, por supuesto, desde el momento en que sintió que el hueso se quebraba, que sufriría hasta que se curase. Si tenía suerte, se curaría bien. Si no...
Bueno, tendía a tener suerte la mayoría de las veces cuando se trataba de cosas como lo bien que se curaba de las cosas que le pasaban en casa.
"Hola, Harry", dijo una voz masculina.
Harry se volvió para mirar y se dio cuenta de repente de que estaba en un espacio blanco, con la niebla recorriéndole los tobillos. Tobillos desnudos. Piernas desnudas. Desnudo... todo. Jadeó e intentó cubrirse, avergonzado y horrorizado.
Una voz se rió, y aunque no era un sonido alegre, Harry supo de alguna manera que el hombre que encontró de pie frente a él se reía con él, en lugar de reírse de él. "Nada que no haya visto antes, lo prometo", dijo el hombre.
Harry no movió la mano de delante de su entrepierna, pero se tomó un momento para observar a aquel hombre: Pelo negro desordenado, ojos verdes oscurecidos, labios un espejo de los propios de Harry. "¿Es usted mi... padre?"
La sonrisa del hombre era muy triste, pero había una sugerencia de ironía en el giro de las comisuras. "No. Yo soy tú. O, bueno, una versión de ti", corrigió, ladeando la cabeza mientras Harry lo miraba con incredulidad. El hombre sacudió la cabeza al cabo de un momento. "Eres demasiado joven para entender los detalles. Digamos que hay gente que me hizo daño y que nunca tuve la oportunidad de devolvérselo, así que hice un trato con la Muerte para tener una segunda oportunidad."
Harry comprendió a dónde quería llegar. "¿Qué, como yo?"
"Esencialmente".
"¿Pero entonces qué pasará conmigo?" exigió Harry, renunciando a cualquier pensamiento de dignidad y moviendo su brazo bueno para empujar una mano contra su pecho, directamente sobre su corazón.
