9.5 Los reyes

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—Ya tienes treinta años Hongjoong ¿Cuándo piensas acabar de sentar cabeza? La vida se pasa en un instante y no un juego de niño que puedes tratar así como a sí.

—Ya lo sé mamá ¿Hay alguna llamada en la que no me lo recrimines? —pregunta entre dientes. Ansioso y desesperado por acabar con la conversación.

Podrías ir al festival de emparejamiento de este año. Hay muy buenas prospectos aquí. Estoy segura de que cualquiera de ellos serán mejor que el Omega inútil con el que andas a todas partes. —recrimina la mujer con desdén. Hongjoong mueve la mandíbula.

—No hables de él así. Te lo he advertido ya muchísimo.

—Si fuese un Omega decente, ya lo habrías mordido y ya tendrías tus pichones. En su lugar, cree que es un beta o un Alpha.

—No quiero un maldito Omega inútil que no sabe hacer nada.

—Él no es bueno para ti.

—Tu opinión en este tema me da igual.

—Hongjoong-

—Me tengo que ir. Hasta luego.

Cuelga la llamada con exasperación y se pasa las manos pro la cara. Su familia, más específicamente su madre, odia a Seonghwa. Lo considera un Omega que no sirve para nada por querer una vida estable e independiente. Resulta cómico como eso es lo que más atrae a Hongjoong. El hecho de que Seonghwa pueda hacer cualquier cosa solo es extraordinario y maravilloso.

Lo considera muy sexy y admirable.

Incluso cuando es eso lo que les impide formalizar o ser más de lo que son ahora.

Una aparente nada y un aparente todo.

Se echa colonia, arregla sus plumas más desordenadas y mira la hora de nuevo. Quedan diez minutos para la hora que le indicó a Seonghwa de salida. También debe ser antes de que los alumnos salgan del internado y evitar que sea más obvio que "salen". El problema no es que lo sepan, el problema sería que hablarán muchas estupideces de Seonghwa. Ya lo hacen. Dirían que tiene su empleo por ser Omega del director y porquerías del estilo.

Seonghwa puede con todo solo.

Pero no quiere decir que Hongjoong no hará cualquier cosa para cuidar y mantener esa independencia tan encantadora.

Sale de su departamento en la zona residencial del internado y va hacia su auto, recostándose en el mismo para esperar. Silba distraído, tamborileando los dedos en su brazo y balanceando la cabeza, algo adormilado. No pudo dormir bien.

— ¿Quieres que conduzca?

Sonríe débil hacia Seonghwa. El Omega se arregla el cabello blanco que le cae delicadamente por el rostro. Su ropa negra le da un aire muy elegante por la mezcla con el blanco de sus plumas.

—Para nada. Sube.

Seonghwa le da un vistazo de reojo. Algo tiene en mente que lo perturba. Ya es muy obvio y sencillo captar esa clase de señales. Sin embargo, guarda silencio momentáneo. En caso de que Hongjoong quiera iniciar la plática al respecto por sí solo.

— ¿Sacaste a Yeosang de la lista?

—Sí, lo hice ayer, antes de entregar los listados.

—Jaehyuk es la persona más molesta que se haya acercado al colegio—refunfuña Hongjoong de mal humor, Seonghwa blanquea los ojos, de acuerdo con esa queja—. Empiezo a considerar que deberíamos interrogar mejor a Yeosang. Quién sabe si lo ha estado domesticando o algo del estilo.

—Lo dudo. Yeosang es bastante más dejado que cualquier víctima de domesticación—Seonghwa se cruza de brazos—. Tampoco creo que se arriesgaría a darle a elegir entre posibles pretendientes o dejarlo venir aquí en cualquiera de esos casos.

Eorin Wangja || SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora