Capítulo trece
Neymar
Había tomado una decisión apresurada, sin pensarlo antes dos veces, pero cuando había querido acordar, las palabras ya habían salido de mi boca y no podía retractarme.
Julieta parecía tan indefensa, tan frágil, que no pude resistir aquel sentimiento de querer cuidarla y protegerla de todo lo que pudiera hacerle daño. Esa chica se había vuelto muy especial para mí, una amistad que no esperaba, pero que Dios me había enviado en el momento justo.
Cuando la vi allí, en la camioneta, seguía llevando puesta la ropa fúnebre, y tenía los ojitos hinchados y la nariz roja de tanto llorar. La había abrazado todo el camino hasta llegar al hotel, pedí una habitación para ella sola para que estuviera cómoda, y me quedé con ella hasta que se durmió.
El viaje en avión no había sido diferente. Era la primera vez que la castaña volaba, pero los sucesos de la noche anterior no le permitieron disfrutar el viaje como merecía.
Papá se había acercado a mí cuando Julieta se quedó dormida, con cara de pocos amigos, listo para darme un sermón. Era consciente de que él no estaba de acuerdo con que ella fuera a Brasil con nosotros, y mucho menos le agradaba la idea de llevarla a Paris conmigo. Pero era una decisión tomada, la chica ya estaba en el avión, y le había prometido no dejarla sola. Y juraba, como que me llamaba Juninho, que iba a cumplir esa promesa.
Sin embargo, el problema mayor no fue mi padre, ni mi madre, y tampoco mi hermana que no entendía dónde me había metido y por qué traía a una desconocida a su casa. El verdadero problema fue Bruna, quien ni bien la vio aparecer detrás de mí, puso el grito en el cielo.
—Amor, te pido por favor —Dije, acercándome a ella, viendo como Bruna daba un paso atrás, tomando distancia—. Julieta es mi amiga y está pasando una situación difícil, no podía dejarla sola.
— ¿Y no tiene amigos? —Preguntó, a la defensiva—. ¿No tiene familia? No entiendo cuándo se volvió tan importante... ¿Davi la conoce? ¿Carol sabe de su existencia? ¡No, por supuesto que no! Porque tú también la conociste hace dos días, no sabes ni quién es...
—Bruna, no voy a discutir esto, Julieta se queda y punto.
— ¿Acá o la vas a llevar a Francia? —Mi silencio fue la respuesta que ella no quería escuchar—. Ah, pronto, ¿y dónde se va a quedar? ¿En nuestra casa?
—Amor...
—Neymar, yo no la quiero en mi casa, ni siquiera me consultaste antes de tomar esa decisión y allí vivimos los dos, no solo tú.
Tenía razón, ni siquiera podía enojarme con ella porque estaba en lo cierto. Llevábamos viviendo juntos casi un año, nos estábamos por casar, y a mí no se me había pasado por la cabeza preguntarle antes de llevar a una extraña a nuestro hogar.
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𝗜𝗻 𝘆𝗼𝘂𝗿 𝘄𝗲𝗱𝗱𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗮𝘆 | 𝗡𝗲𝘆𝗺𝗮𝗿 𝗝𝗿
FanfictionUn pueblo alejado de la muchedumbre, una lesión que lo deja fuera de la cancha por tres meses, y una chica que se convierte en su más profundo y prohibido deseo. ¿Qué podría salir mal además de que él está por casarse?