Esas pequeñas manos

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Ahí estaba, un hombre alfa, bien vestido con su traje hecho a la medida color negro, ese cabello negro, algo ondulado y un poco largo pero acomodado perfectamente, una imagen divina para los ojos de las y los afortunados de verle.

La ama de llaves hizo reverencia y se aparto dejándole pasar, el gran alfa se encamino por el pasillo que lo guiaba a la sala de la casa y esperar que anunciaran su llegada, para ser francos el no quería asistir, ese hombre no le agradaba y si había aceptado su cena fue por pura cortesía, no pensaba invertir con el, ya lo había investigado y lo que encontró no fue de su agrado, pero quería quitárselo de encima así que ahí estaba.

un ruido en las escaleras lo hizo girar y ver de donde provenía, ahí estaba ese desagradable alfa con esa sonrisa asquerosa.

- Mi querido Sr. Jeon, que agradable es tener su presencia en mi casa, bienvenido a mi hogar.

- es un placer volver a verle Sr.Wilson. - dijo serio, no iba a poner una sonrisa cuando no era de su agrado.

- Oh Jeon, tan serio y puntual como siempre. - dijo el Sr. Wilson viendo su reloj.

- Tengo varios asuntos que resolver, así que si no es de mucha molestia empecemos con la cena a la cual se me fue invitado ¿te parece?

-Por supuesto, por favor acompáñame.

Mientras ellos tomaban asiento y pedían que empezaran a servir, el pobre omega estaba en la cocina temblando de miedo, no quería equivocarse en algo o peor aun, caerse y quebrar todas esas copas que tenia en sus manos sabia lo que pasaría si cometía algún error, así que armándose de valor empezó a caminar asía el salón, llevaba la vista baja cuando entro al salón de banquetes había otro aroma muy rico en el aire olía a chocolate y nuez si su olfato no fallaba, y después ese horrible y agrio aroma de su amo.

Posiciono las copas en su lugar y después sirvió el vino, por un momento le gano la curiosidad de levantar su rostro para ver a esa visita con ese delicioso olor, pero se contuvo, no quería ser castigado

Mientras tanto Jeon tenia un enorme dolor de cabeza en solo pensar que debía deshacerse de ese alfa y largarse de ahí, lo único que necesitaba era llegar a su hogar y dormir, pero cuando le estaban sirviendo el vino por un momento sus pensamientos se relajaron y ese dolor de cabeza desapareció al sentir ese aroma tan diferente al ser que estaba sentado en la otra punta de la mesa, olía a fresas y caramelo, que fascinante olor, pero ese delicioso aroma rápido se opaco con las feromonas de el alfa mayor, ¡que asco! el alfa Jeon levanto el rostro para poder ver al portador de tan maravilloso olor y lo que vio no fue mucho, supo que era omega por su complexión delgada, delineada y su olor, ese cabello rubio no le dejaba ver el rostro del muchacho que les servía en la mesa.

- ¿Entonces Jeon que te parece si hablamos de negocios? Omega quédate en el salón por si se ofrece algo.

- Jeon aparto la vista del muchacho para ver al alfa que le hablaba. - claro ¿que es lo que era tan urgente hablar conmigo?

- Veras necesito una pequeña inversión en mis cultivos, temo que las hectáreas que tengo no son suficientes para todo el proyecto que tengo en mente y se que lo que estoy pidiendo no va a afectar ni una cuarta parte a tus cuentas bancarias.

- ¿Y cual es el porcentaje de mi ganancia si te presto los terrenos que necesitas?

-Eso es lo que estaba pensando creo que un 20% por ciento seria conveniente dado que estaré comenzando y necesitare el dinero para reinvertir solo el primer año después puedo ofrecerte el 40%.

- ¿El 20% porciento? ¿te das cuenta que estas pidiendo demasiado y estas dándome muy poco cierto?

-Lose y es por eso que te daré una garantía

- ¿Y cual es esa garantía?

- Omega acércate. - el pequeño omega se espanto y pego un pequeño brinco pensando que tal vez quería mas vino, se acerco a su amo. -Este omega trabaja muy bien te lo daré como garantía de que cumpliré con mi palabra. -dijo el alfa mayor.

El pobre omega se asusto tanto que empezó a respirar mas rápido, lo iban a vender como quien vende una pieza de carne, ¿había algo que no le pasara a el? tenia miedo y si ese alfa era peor qur su actual amo que iba hacer ahora.

Por otro lado Jeon no sabia si había escuchado bien, un omega como garantía de que le serviría a el eso, se veía que el muchacho era un inútil en todo a quien quería engañar con eso.

- Estas hablando enserio, un omega como garantía yo soy una persona de negocios no me gusta que quieran jugar conmigo.

- Ponlo a prueba, llévatelo una semana y si no lo quieres me lo regresas y te daré el porcentaje que desees.

Jeon vio al muchacho dudando un poco, pero que demonios estaba haciendo.

-Acepto, una semana.

El omega sintió como se iba a desmayar ahí mismo, no podía creer lo que le estaba pasando, la vida no podía ser tan cruel, ese alfa seguramente seria peor.

- Excelente, me alegra saber que puedo tener tu confianza en mi.

Jeon se puso de pie cuando apenas estaban sirviendo el cordero en su plato y hablo.

- Supongo que era lo que ya tienes querías, no es necesario que este mas tiempo aquí.

- Pero por supuesto se que tienes cosas que hacer, gracias por aceptar mi propuesta. - el alfa se puso de pie y estrecho su mano con Jeon,

-Omega vámonos

Jeon camino hacia la salida con un omega apunto de llorar detrás de el, sintió como tomaron su brazo con demasiada fuerza y escucho ese susurro de "si el te devuelve yo te mato".

Al salir detrás de ese alto alfa, vio que lo esperaba con la puerta de una camioneta negra abierta esperando por el entro y se sentó aun con la vista en sus pies cuando escucho un suspiro a su lado y esa gruesa voz

- ¿Como te llamas pequeño omega?

- Mi nombre es Park Ji-Jimin. - dijo en un hilo de voz aguantando sus lagrimas, esas inmensas ganas de llorar que hacían que su pecho doliera mas, no sabia lo que le esperaba con ese hombre, al cual aun no le veía el rostro.

Jeon lo vio y desvió su mirada a sus manos, esas que tenia en sus rodillas jugando con ellas, esas pequeñas manos bonitas.

Ese omega es mioWhere stories live. Discover now