60. Silencio

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Mansión Malfoy

Junio 16, 1977

Ser valiente no era parte de él, no de la misma forma en que era parte de Sirius y James pero había algo que Lucius siempre había sido. Leal. Era leal a sus amigos, a su novio y a su madre, nadie más parecía merecer esa lealtad y en esos momentos le tocaba apoyar a sus amigos.

Nadie diría una sola palabra. Nadie era mucho decir teniendo en cuenta que solo Barty y él eran los que podían dar respuestas, eran los "únicos amigos" de Regulus, solo ellos podían dar información del paradero de Reg pero claramente ninguno diría nada.

Varias veces al día su mente iba a lo que había sucedido el día anterior, la adrenalina que su cuerpo había sentido por todo y luego el alivio de ver a su amigo bien. Ninguno lo pensó demasiado al recibir la carta de Severus, tenían que ir a sacarlo de esa casa y sabían que sería una tormenta después de eso.

—¿Cuándo llegó la carta Dobby? —preguntó Lucius mirando por la ventana de su habitación. El día estaba nublado, ni un solo rayo de sol atravesaba las nubes.

—A las 10 de la noche, amo.

—¿Sabes que decía?

—Dobby escuchó que los señores Black estaban buscando a su hijo y que vendrían a hablar con usted buscando información de su paradero.

Lucius asintió manteniendo su respiración calmada, sabía que eso sucedería pero no pensó que sería el primero. Mentir era fácil, para todos ellos llevar una máscara era cosa del día a día y ahora la necesitaba; sin embargo no sabía si ellos le creerían.

—Recuerdas que no puedes decir nada ¿verdad Dobby? —el elfo asintió una sola vez—. De acuerdo, puedes irte.

Dobby desapareció dejando a Lucius en completa soledad y silencio. Dio unos pasos hacia su escritorio, la advertencia a Barty estaba lista así que llamó a su lechuza para atar la carta e indicarle que la llevará a su amigo.

Le abrió la ventana para que pudiera irse, se quedó observando a su lechuza hasta perderse en el cielo a media oscuridad. Apenas eran las siete de la mañana, Lucius no había podido dormir bien desde las 5 de la mañana, cuando Dobby le informó de la carta su mente lo hizo actuar sin meditar. Su mejor amigo no era idiota pero era mejor que supiera que ya estaban buscando a Regulus.

Él no tenía idea de que debía hacer. Toda la noche tuvo las palabras de James rondando su cabeza "Puedes huir de casa, aquí serás bienvenido", era una idea excelente. Severus estaba viviendo ahí, Reg seguramente terminaría viviendo ahí pero él no era una persona que huyera o no de esa manera; Lucius quería tomar posesión de lo que le pertenecía porque no había pasado años siendo perfecto para no recibir nada.

Quería darle la vida que Severus se merecía y quería que no volviera a preocuparse por dinero en su vida.

Suspiro pasando una mano por su nuca, sentía la tensión en el cuerpo pero ya no le preocupaba, llevaba mucho tiempo sintiendo eso así que no era nada que pudiera evitar.

—Lucius —la voz de su madre lo hizo sobresaltarse, había estado tan metido en su mente que no la había escuchado entrar.

—¿Qué sucede madre?

—Los señores Black, están abajo y pidieron hablar contigo. Tiene que ver con Regulus.

Lucius meditó un poco sus palabras sabiendo que no podía rechazar la "amable" petición.

—Bajo en un momento.

Ella asintió y camino a la puerta pero antes de salir se detuvo, lo miró por encima del hombro.

Amor en el mapa #1Where stories live. Discover now