32✨

6 1 2
                                    

Un par de días pasaron y la bebé se estaba acostumbrando a su hogar, las noches habían dejado de existir y por más que me pusiera debajo de la almohada, sus lloriqueos me llegaban como si estuviera a mi lado.

Siendo plena noche me levanté y miré por mi ventana notando la luz del cuarto de Aurora encendida. Ciertos lloriqueos llenando el silencio de la noche.

El proyecto lo habíamos dado por terminado luego de otro día de trabajo aunque sabía que ella no lo dejaría así, siempre había algo nuevo que encontraba y eso me parecía fascinante. Lo que no me parecía tan fascinante fue que siguiera despierta, eran las 3 de la mañana y su luz no parecía querer apagarse.

Rodrigo: ¿Qué haces?

Poniendome al corriente con las tareas.

Rodrigo: deberías dormir, es tarde.

No puedo.

Rodrigo: ¿Es por el proyecto?

Si, no ha llegado ninguna notificación y me preocupa que hayamos hecho todo eso por nada.

Rodrigo: lo logramos, créeme.

¿Cómo estás tan seguro?

Rodrigo: porque ha sido elogiado por muchas personas, además recuerda que hay mucha competencia en esto y deben revisar muchas propuestas.

También es cierto... Está bien, dormiré pero mis tareas no las podré acabar.

Rodrigo: si ocupas ayuda mañana lo hacemos juntos, sé que son matemáticas.

Vaya, adivinaste.

Rodrigo: tu tranquila, aquí está tu salvador de los números.

Jajajaja gracias, entonces iré a dormir.

Rodrigo: descansa linda.

La bebé se escucha hasta acá, suerte hermano mayor.

Rodrigo: gracias, espero no te moleste mi hermana.

Para nada, adiós Rodri.

Y al día siguiente pasó.

Rodrigo me ayudó con mi tarea a las 8 de la mañana y había entendido un poco más gracias a él, con una gran sonrisa entré en el salón en el que solo había una persona, me senté y puse música que salía de mi celular.

—Lunatic~ i'm just doing it right— canturre cuando cierto chico que tan bien conocía llegó corriendo a mi salón como loco, me asusté pues venía agitado, pausé la música, se había ido hacia solo 15 minutos y me le quedé mirando, me levanté de a poco y cuando di un pasó asintió señalando su celular— no... ¿¡Llegó!?

—Linda, lo logramos— emocionada corrí y me lancé a abrazarlo, sabía que nos estaban mirando pero me dio igual— no puedo creer que...

—¡Esto es genial!— lo volví a abrazar emocionada— debemos ir para allá ¿No?

—¿Eh?

GleamWhere stories live. Discover now