Recuerdo de Valery...

3 3 0
                                    

No recuerdo cuando fue la última vez que dormí bien, pero creo que nunca fue así, después de todo en lo más profundo de mí había algo simplemente siniestro y antinatural. Me di vuela en la cama, suspire y termine viendo al techo de mi habitación, mire el reloj en la mesa de noche y apenas eran las 03:00 AM, abrí bien los ojos y me metí entre las almohadas.

Ya era de mañana cuando desperté, resople al escuchar a mamá llamarme desde las escaleras, me levante con los cabellos desentendidos, el reloj en forma de hoja de árbol marcaba las 07:00 AM, dormitaba sentada sobre el inodoro, aliviada porque por fin podía hacer pis, me levante para tomar el cepillo y lavar mis manos luego de bajar la manija del retrete. Hoy era la cita médica de papá, estaba algo nerviosa porque creía tener lo mismo, siempre tenía episodios que no dejaba que nadie notara, veía cosas que nadie más veía, las oía y hasta las sentía, la mayoría de las veces no lo recordaba y eso me abrumaba indefinidamente.

Me quite la ropa para tomar la ducha, abrí la perilla y empecé a enjabonar mi cuerpo con el jabón de olor a avena y miel, entonces en ese momento algo me seducía, una extraña sensación me cubría algo que nunca había sentido y aun a mis dieciocho sentía gusto hacia ese cálido toque estaba embalsada, pero cuando analizó mejor la escena creo que estaba drogada, sus manos me cubrían el cuerpo, me costaba tragar y siquiera recuperar el aliento, sin embargo, de todos los traumas que tenía eso era lo único que nunca había percibido, algo lamia detrás de mi oreja, alterada me sonroje, me temblaban las piernas y algo me sujetaba con fuerza las caderas para que no me cayera al suelo de cerámica. En esos momentos pensaba « ¿Qué está pasando conmigo?».

La caída brusca y el bullicio del agua impedía que mi madre en la parte de abajo pudiera creer que algo estaba pasando, yo estaba atrapada, en trance tal vez, porque realmente eso que me tocaba, me hacía sentir tan vulnerable, el jabón se cayó al suelo y por supuesto había visto suficientes memes para entender que no debes en una situación como esa recogerlo.

Respire profundo, pero me exalte al sentir que las manos de eso me estaban tocando los muslos, chille aterrada pues un cosquilleo muy placentero se incrustó hasta mi alma.

Wow, esto es malo, muy malo.

Mientras me masajeaban solo podía notar que mi cuerpo bajo la regadera estaba petrificado, no me podía mover, y esas manos se acercaban a tocar partes de las que tal vez me sea difícil hablar, entre mis piernas mermaba un calor intenso y aun bajo toda esa agua sentía que mi cuerpo se quemaba, a pesar de que no vi su rostro y solo se conformó con tocar mis muslos, mis caderas y lamer mi oreja ese día. Solo pude tragar bien mi saliva y descubrir que todo había sido un pinche sueño.

Abrumado llene mi cabeza de cosas infantiles mientras escuchaba a mamá gritar desde las escaleras, otra vez empecé mi rutina, pero esta vez con miedo de darme una ducha, por un momento considere no bañarme, pero eso sería muy antihigiénico y sobre todo muy anti Valery Eldestein. Así que me duché, era curioso que alguien como yo, no tenía muchos amigos, podría decir que ni siquiera tenía uno que otro compañero de trabajos y de laboratorio, era considerada la intocable en mi instituto, la chica que nadie molestaba pero que pocos veían, estaba bien con eso, además tal vez tenía que ver con que era antes huérfana afortunadamente nadie lo sabía y ahora era hija adoptiva de los Eldestein, era feliz de no ser por mi padre quien llevaba la locura a otro nivel, sería aún más feliz.

Nunca conocí a mis padres biológicos, tal vez murieron, me abandonaron o quien sabe, pero nadie sabe de dónde vengo ni quien me tuvo. Ahora empiezo a entender porque todos se alejen sin dudarlo de mí, mi padre adoptivo no era agradable y menos desde que empezó a verme como una amenaza, eso no me importaba, solo me importaba mi madre.

¿Por qué creían que era una amenaza?

No podía entenderlo, decían que era mi aspecto, la gente me temía y sin yo hacer nada, eso era abrumador.

La BestiaWhere stories live. Discover now