6° VENGANZA

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En la noche apareció, fue en el parque que quedaba cerca de su comunidad resollando se manifestó entre la espesa maleza de una sección arbolada, se sujetó del tronco de un árbol y antes de darse cuenta ya se encontraba caminado en el suelo cubierto de hojas inertes y piedras filosas, gruñía cada vez que pisaba algo que le lastimaba la planta de los pies, pero sabía que esos quejidos no costaban tanto como el abandono y traición que les mostró a los gemelos. La Bestia murmuraba en sus pensamientos se adentraba poco a poco en sus recuerdos y estaba a punto de controlar casi por completo su cuerpo.

«Detente» Dijo Bestia.

— ¿Por qué? —Confundida.

Se detuvo a punto de cruzar la calle hacia su casa y miro un automóvil policial pasar, bajo la mirada en forma de agradecimiento para el monstruo, continuo su camino algo a dolorida creyendo que esas heridas no sanarían hasta un largo tiempo, llego a la entrada principal que estaba cerrada y sellada con las cintas amarillas, miro hacia el techo y le llamo la tensión una ventana que parecía estar abierta en la segunda planta, ella salto y se sujetó del acanalado con la mano izquierda y luego la derecha para impulsarse en el tejado hacia la ventana, apenas entro se encontró con la oficina que ocupaba su padre.

« ¿Tú me hiciste saltar tan alto?» Pensó impresionada

La Bestia asintió en su interior.

—Este lugar, hacía meses que no entraba aquí—Camino entre las pilas de papel que habían cerca de su escritorio—Aquí vivía mi padre con la locura.

«El pagara por tu sufrimiento» Se burló.

— ¿Qué acabas de ver para atreverte a decir tales cosas? —Espeto mientras abría la puerta con la manilla cubierta de polvo.

«Dolor» Culminó.

Ella inspiro profundo antes de salir al pasillo y caminar hasta su habitación, recordó en ese breve momento mucho de los traumas que su padre la obligo a sufrir los últimos años en su locura, Valery miro su habitación con los iconos amarillos con números de las evidencias y se aseguró de no mover muchas cosas, tomo unas medias de su cajón de ropa y eligió unos zapatos de su armario, salió de su cuarto para sentarse en las escaleras cómodamente para ponerse las medias y notar que sus heridas ya habían sanado.

—Bestia tu sanas las heridas de mi cuerpo ¿verdad? —Musito.

«Tu cuerpo siempre ha sido mío» Repitió.

—No lo entiendo, para que quieres a un humano—Abrumada.

«Lo entenderás luego de que termine mis deberes en la tierra» Respondió agresivo.

Valery temió preguntar algo más porque la respuesta sería la misma se propuso a colocarse los calcetines y luego los botines negros que tomo de su armario, se levantó y miro sus manos para notar que habían unas extrañas manchas que iban avanzando con rapidez a través de su cuerpo

...sabía que Bestia estaba cobrando su parte del trato y mucho antes de darse cuenta se encontraba parado en el pie de la escalera estirándose en su cuerpo ennegrecido ,sus ojos rojos brillantes, la cola y curiosamente unas alas desplegables , Bestia estabas más que contento con su nueva morfología que no dudo en salir rompiendo el techo.

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Mientras tanto Howl se encontraba aun en la librería esperando que Frederick se despertara para que por fin pudiera escribir un informe lógico de su caso, el hombre se frotaba las sienes mientras miraba ese trozo de carne negra que estaba metida en ese contenedor de vidrio templado, se acercó a el viejo y lo movió un poco, este se levantó de golpe en cuanto algo en su muñeca vibraba.

La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora