3° ESPACIO

3 4 1
                                    

«Antes creía que todo lo que veía era una elaborada estrategia de mi mente para hacerme creer que los monstruos existen, ahora me doy cuenta de que son tan reales como yo» pensó cuando entro en el transbordador.

Dentro de la lujosa cabina miro los cuatro asientos con vista al cristal a través del cual todo era perceptible con colores vividos, Valery miro a Drago sentado como copiloto, Gneis entro tras ella y se colocó de piloto, le pidió luego amablemente que se sentara y ella se sentó tras él, apenas el chico presiono un botón los cinturones se ajustaron solos y se inició el protocolo de despeje, Valery se sorprendió al ver que la nave actuaba casi por sí sola, no tenía ni la menor idea de lo que pasaba, pero no tenía más opciones, lo que fuera ese tal pecus, debía ser demasiado peligroso como para requerir una intervención como esa.

ATMÓSFERA TERRESTRE

Drago la miraba de reojo con una seriedad espectral que a Valery le incomodaba, ella bajo la mirada en cuanto sintió sus tripas revolverse entre tanto salían de la construcción , Gneis activo un camuflaje y el transbordador se volvió invisible casi de inmediato, mientras se aproximaban a la atmósfera Valery tenía los ojos cerrados pues sentía que el monstruo andaba por allí suelto y la estaba buscando , nada le impediría a Bestia encontrarla pero ¿Para qué la quería?¿Por qué tantas molestias por una humana común y corriente?¿Ella podía sentirla? Allí Valery se dio cuenta de que alejarse con dos extraños que apenas y conocía no la ayudaría de nada.

—Ya casi llegamos Val— Dijo Gneis mientras movía el volante.

—No me digas Val, apenas nos conocemos—Increpo.

Drago se rió.

—Vaya Gneis ya entiendo porque te gusta tanto, solo te rechaza deja de fastidiarla—Se burló.

Ella se sonrojo y Gneis golpeo a Drago en el rostro.

—Eh, me golpeas porque es cierto ¡Imbécil! — mientras se sobaba el rostro.

—Hablaremos en la cámara de entrenamiento a ver quién tiene más razón—Entre dientes.

—Bien hermanito...Imbécil—Se burló de nuevo.

Valery suspiro.

— ¿Oigan no se saben más insultos que ese? —Obstinada.

Ambos hermanos se miraron y se echaron a reír, Valery no los entendía y en cuanto a su destino observo la verdadera nave de los chicos, se quedó boquiabierta en cuanto la miniatura en la que iban se acoplo a el monstruo rojo escarlata que tenía el tamaño de un estadio de fútbol americano, Gneis sonrió de manera narcisista y la miro en cuanto se bajaban.

— ¿Sorprendida? —Pregunto.

—No solo estoy conservando el oxígeno—Sarcástica.

— ¿No estas sorprendida? —Confundido.

Drago desabrocho su cinturón y en lo que se bajó le lanzo una llave de tuercas.

—Es sarcasmo imbécil—Le grito.

Valery se rió en cuanto Gneis atajo la llave y seguía pensando qué era el sarcasmo.

Ella se bajó con ganas de ir al baño y una voz la recibió, cuando piso el suelo de la nave este brillo y en una descarga de información la mente artificial la registro como un nuevo individuo en su dominio.

—Bienvenida Usuario—Dijo la nave.

Valery salto hacia Gneis y él solo pudo reírse.

—Tranquila Valery es Twist la mente detrás de la máquina—La miró y le señaló un holograma con forma de cubo azul en el centro de la zona de carga.

La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora