Suelo ser muy torpe con las armas.
En especial los rifles que son muy pesados. Cada vez que tomaba uno era todo un reto usarlo y dar en el blanco.
- Otra vez no... por favorrr. Solo uno.
Otra vez recargaba mi arma para iniciar una serie de tiros que falle, lamentablemente.
A este paso Price me hecharia a patadas por no serle de aynuda.
No estaba a la altura del Tark Force. Ni siquiera podía compararme con ellos. Por qué a penas era una solado raso.Entonces...
- Bien... muy bien ___, agrega otro fracaso a tu vida. - en un intento de descargar mi furia, patee un bote metálico que estaba frente a mi.
De nada me serviría quejarme, cosa que hacía a diario.
Cada noche tenía migrañas por el estrés que acumulaba a lo largo del día. Y agregando, en mi cabeza repetía una y otra vez la cara del teniente.
Girando sobre si cama como una colegiala enamorada.Lo estaba, estaba flechada por el fantasma desde la primera vez que llego a la base.
Y no era nada, para nada discreta.
Mirar al teniente Ghost era uno de mis hobbys favoritos, se que parezco o tal vez soy una acosadora. Pero no puedo evitar mirarlo.
Siempre que nos topamos, mis ojos lo siguen por mero instinto.El era tan... misterioso.
Aunque no me permitía hablarle. Y si lo hacía el me envíava directito al carajo.
- Teniente? Señor... ¿puedo hablar con usted?
Rogaba por qué está vez me hablara, o al menos me mirara.
Pero no, solo dio media vuelta y se fue.Perfecto tachemos en la lista un fracaso más.
¡No me rendiré!