Yoongi no vuelve a aparecer desnudo ante él. Yoongi no vuelve a mirarlo como si se le fuera a saltar encima y no hace nada para que Hoseok se sienta así sobre él. Yoongi no vuelve a acercarse demasiado a él ni a invadir su espacio personal.
Prácticamente se puede decir que Yoongi lo deja en paz pero Hoseok siempre lo ve mirándolo desde donde sea que está.
No hablan de ello porque no hay mucho que decir. Hoseok rompió a llorar frente a él con una erección que le había provocado y le pidió que lo dejara solo. Realmente no hay mucho de qué hablar sobre eso.
Eso sí, Yoongi no desaparece de su vida. No es que eso sea difícil si quisiera hacerlo, incluso estando en la misma banda pero Yoongi es un buen amigo y los buenos amigos no desaparecen cuando a uno le dan crisis existenciales de las que no sabe cómo hablar.
Los buenos amigos están ahí y simplemente…están.
Yoongi se le acerca en entrevistas y escenarios y promociones y juegan y se ríen juntos. Salen con los otros chicos y Yoongi sigue cuidándolo mejor que los demás. Visitan clubes y bailan y se emborrachan junto con los demás.
Pero no vuelven a pasar tiempo los dos solos y no hay ninguna intención de hacerlo a simple vista.
Así es como llega el fin de año y la fiesta de año nuevo los encuentra juntos porque el comeback se dará recién a mediados de marzo por lo que deciden pasar su comienzo de año en un hotel, donde pasan la mayor parte del año de todos modos y al día siguiente viajar cada uno para su casa.
La fiesta es muy intima y hay contadas personas en una de las habitaciones más grandes pero es agradable y divertido. Hoseok ama a estas personas y no sabe cómo sería la vida sin ellos. Mas cuando casi llegan las doce y la algarabía aumenta con las manijas del reloj moviéndose sin parar sale a la terraza a tomar aire fresco.
Yoongi lo sigue y luego de mucho tiempo están juntos y solos por primera vez.
Hoseok trata de no tener un ataque al corazón.
“¿Qué haces, hyung?” pregunta tratando de que su voz no suene a un “Vete de aquí. Me confundes. No sé lo que me has hecho. No he podido dormir en paz desde que…por favor, déjame solo”
Yoongi se encoge de hombros y enciende un cigarrillo que Hoseok ni siquiera había notado. Da una calada que no debería parecer tan sexy como lo hace y luego responde “Tomando aire fresco”
Hoseok se ríe porque es lo único que puede hacer.
“¿Qué haces tú?” cuestiona Yoongi después.
Escapando de ti, quiere decir Hoseok pero no puede decirlo sin explicarlo y honestamente, no tiene explicación.
Suspira. Mira la noche donde desde hace horas los fuegos artificiales no paran. Son hermosos…casi tanto como Yoongi.
Niega con la cabeza apartado los sucios pensamientos. “Nada” responde por fin.
Yoongi hace un ruido como de comprensión y Hoseok lo toma aunque sabe que Yoongi no lo comprende.
Nadie puede comprender a alguien que no se comprende a sí mismo.
Se encuentran en silencio por largos momentos y Hoseok no sabe si la tensión solo la siente él porque Yoongi se ve más tranquilo que agua de arroyo pero al menos, se dice, no escapa esta vez.
Debe ser un paso importante hacia donde sea que va.
“Un nuevo año” murmura de pronto Yoongi.
Hoseok apenas asiente.
“Me alegra pasar un nuevo año con ustedes” añade y Hoseok no lo mira pero sabe que sonríe al final. “No quisiera pasarlos con nadie más”
Hoseok vuelve a asentir. Él tampoco lo quisiera, solo a veces…
“Me siento afortunado de tenerte en mi vida por un año más” dice entonces Yoongi y Hoseok puede sentir su mirada intensa sobre él pero ni siquiera puede voltear.
La cuenta atrás empieza sin aviso y Yoongi se acerca más a Hoseok susurrando “¿Puedes ser mi primer beso del año?”
Hoseok cierra los ojos. Suspira. Siente ganas de llorar y siente que el corazón se le saldrá del pecho.
Asiente.
Todo explota de repente. Más y más fuegos artificiales y gritos de júbilo y emoción que siempre hay a esperas de un nuevo año incluso si ya todos sabemos que no será mucho mejor que el que se fue y felicitaciones y deseos de progreso vienen y van pero nada es como el interior de Hoseok se siente cuando Yoongi presiona sus labios en la esquina de su boca, la comisura de sus labios y los deja allí por uno, dos, tres largos y dulces segundos sin pedir nada a cambio como si estuviera dando un regalo.
Hoseok deja escapar un sollozo silencioso.
Porque Yoongi no lo ha seducido, señores…
Yoongi lo ha enamorado.
