Hoseok habla con Yoongi algunos días (de hecho, Yoongi lo llama de día y de noche) pero se apresura en volver porque escucharlo solo por teléfono es casi más tortura que estar cerca de él.
Yoongi suena tan vulnerable que lo hace querer entregarse. Y ni siquiera está seguro de lo que eso significa en realidad. Da miedo todo lo que daría de si mismo con una sola palabra del mayor.
Cuando llega a su casa huele a Yoongi antes que cualquier otra cosa. Fantástico.
Luego él se irá y su olor quedará y Hoseok querrá matarse y…
“Hey” saluda Yoongi al verlo con toda la sorpresa escrita en su rostro.
Hoseok deja caer la maleta porque rayos…no recordaba que Yoongi fuese sexualidad pura en envase humano compacto, blanco y bonito.
“Hola, hyung” se las arregla para murmurar.
“No me avisaste que venías…quería ir a buscarte” murmura Yoongi y suena hasta herido más que ofendido y Hoseok no sabe si quiere pedirle “Por favor, Yoongi, detente" o "No te detengas, dime más". No sabe mucho estos días.
“Fue de imprevisto” dice en su lugar.
No lo fue. Todo estaba fríamente calculado, incluso para que llegara a estas horas donde se supone que Yoongi debía estar durmiendo y Hoseok aun tendría toda la noche para pensar en cómo enfrentarlo…ahora tendrá que enfrenarlo al desnudo.
No. Cualquier cosa que tenga que ver con Yoongi y desnudo, es mala combinación.
“Me alegra que ya estés aquí” dice Yoongi entonces sonriendo como eso, como si estuviera alegre de ver a Hoseok y tenerlo en su casa. La casa de Hoseok.
Hoseok asiente y dice “Me alegra estar aquí”
No puede decir que le alegra que Yoongi esté aquí. No está seguro de si lo hace.
Entonces nadie dice más y se quedan mirando al otro y…esto es incómodo.
Yoongi ni siquiera lo ha abrazado. Y más allá de las ganas que Hoseok tiene de fundirse contra su cuerpo, no recuerda un día que se hayan visto sin abrazarse como saludo. Es lo que siempre hicieron.
¿Qué pasa con ellos ahora?
“Te prepararé algo” es Yoongi el que rompe el silencio.
“No tienes qué, hyung” comienza a decir Hoseok porque ni siquiera tiene hambre y solo quiere ir a dormir, pero Yoongi no lo deja decir más.
“Sí, además es mi hora de cenar” agrega y esta no era la hora de cenar de Yoongi hasta donde Hoseok sabe.
Hoseok termina acompañando a Yoongi en la cocina y es la peor decisión que una vez tomó, quizás incluso después de aceptar aquel desafío porque verlo en su cocina, en su casa, metido en su vida como si todo estuviera preparado para él desde siempre es tan…abrumador.
Yoongi sabe donde están colocadas todas las cosas, se mueve con gracia alrededor de toda la cocina y sabe exactamente que preparar y cómo hacerlo e incluso, canta suavemente una canción lenta y mueve un poco las caderas de forma graciosa y Hoseok no merece ver todo esto y saber que nunca lo tendrá.
Porque la tortura…
Pero hay una cosa mal. Bueno, además de que Hoseok solo piensa en lo mucho que desea a Yoongi, hay una cosa mala con Yoongi. No lo mira a los ojos. No le habla directamente. Parece como si estuviera montando un espectáculo para él pero lo hiciera incluso sin querer.
Parece estarlo evitando, lo que es realmente estúpido cuando Yoongi está metido en su cada desde hace días.
Hay algo sin embargo, una cosa en el ambiente, una tensión rara que podría cortarse con un cuchillo y se siente como si todo fuera a estallar ante el menor sonido.
Hoseok apenas respira si está siendo honesto.
“Tu pelo se ha oscurecido” dice entonces Yoongi mirándolo pero cuando Hoseok alza la vista, Yoongi vuelve su tarea.
“Sí” responde Hoseok “Mi estilista está aquí”
“Pero ese color te queda muy bien” dice Yoongi entonces.
Hoseok debería solo aceptar el halago, sin embargo, debe decir “A ti te van más los rubios” porque su ex fue durante todo el tiempo que estuvieron juntos, rubia y si Hoseok también se lo tiñó de ese color cuando esta cosa con Yoongi empezó...no quiere ir al porque exactamente lo hizo.
Yoongi lo mira a los ojos y dice “A mí me vas tú”
Pero apenas lo dice voltea de nuevo y comienza a cantar y bailar y parece distraído y Hoseok ha sido un chico bueno siempre ¿porqué merece esta tortura?
