Capítulo 3 "Visita en casa"

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Sigo en mi trabajo, limpio la barra hasta que la voz del gerente del lugar me saca de mis pensamientos y se dirige a mi. 

Stefania —se acercaba el hombre con un sobre en  la mano— ¿Si? —respondo girándome hacía el— Tienes el día libre, por ordenes de un superior.

—poniendo mis ojos en blanco suelto un suspiro, sabía a que superior se refería— Bien, gracias... —paso al lado suyo y dejando mi delantal en un gancho me quito la coleta— Y esto es para ti —agregaba el hombre— ¿Esto qué es? —pregunto confundida recibiendo el sobre que llevaba en manos— Es una orden más de nuestro superior —agregaba mientras se daba la vuelta dejándome sola con aquel sobre—

Mi mente daba mil vueltas, en realidad tenía miedo que en aquel sobre dijera un "estas despedida", o no lo sé... lo único que se es que, estoy muy nerviosa y muy confundida por todo aquello con Danielle. Término de dejar mis cosas y tomo mi mochila, salgo y monto mi bici, voy hasta casa, decido que no abriré aquel sobre hasta llegar a la comodidad de mi hogar, prefiero ahorrarme lagrimas si es que es mi despido, en la calle. 

Al llegar saludo a Jeff mi preciosa Jeff  es tan adorable y cariñosa, muy territorial cuando se trata de mi, pero es increíble, es la mejor, la amo. Termino de saludar y voy hasta mi cocina y tomando un vaso con agua me siento en una de las sillas ahí. Sacó el sobre, lo abro. 

¡CA-RA-JO, pero ¿En qué momento y por qué, quién se cree?!

Suspiro, trato de mantener la calma, hago respiraciones, 1, 2,3,4....10 ¡A quién engaño estoy molesta, enfadada y lo que le sigue!. Como puedo sacó de mi bolsillo trasero aquella nota que esa rubiecita me había dejado y tomando mi móvil con la otra mano marcó al número, 1, 2, 3, timbrazos y responden —Stefania— su voz...

Si soy yo... —digo cortándome, ¿Cómo sabía que era yo la que llamaba?— espera... y ¿tú como sabes que soy yo? —preguntó mientras escucho una risa al otro lado de la llamada— Te tengo registrada —comenta, lo que se me hace normal pues yo había dejado mis datos en mi entrevista— pero dime ¿puedo ayudarte? —agrega y nuevamente hace que mi enfado vuelva—

 ¡Si, si que puedes! —respondo casi gritando— ¿Podrías explicarme, por qué he recibido un cheque con el triple de lo que gano más una linda nota dandome unas vacaciones de 1 mes pagadas? —termino de decir, mientras escucho solo un suspiro al otro lado— Te lo mereces... —suelta luego de unos segundos— ¡¿Me lo merezco?! —alzo las cejas, y estoy a punto de estampar mi móvil en el suelo de lo indignada— ¿Qué ahora vivo de la caridad, limosnas o cómo? —continúo diciendo— ¡No, Danielle, ni me conoces para decir lo que dices, no quiero tu dinero, no así... —termino por decir mientras cuelgo la llamada sin que ella pueda agregar algo más— 

¿Quién se cree, ni siquiera me conoce?... Estoy dándole mil vueltas al asunto por varios minutos hasta que término por recostarme en la comodidad de mi cama, veo el techo, con Jeff al lado, no puedo evitarlo ella pasa por mi mente, ella y la manera tan directa de decir las cosas, de hacer las cosas, por momentos se me enchina la piel solo de recordar el momento en que con unas palabras compro mi lugar de trabajo... ¡Uff que carácter!, minutos más tarde me quedo dormida... hasta que el sonido de la puerta me despierta, adivino quien es, Leco, seguro y Danielle le llamo para decirle mi comportamiento, pero no me interesa, si por defender mi posición me quedo sin el protagónico pues al diablo Dsavre. Me levantó y voy hasta la puerta, me quedo paralizada ¿Qué hace la rubiecita acá?. Me quedo completamente paralizada

En primer lugar quiero que sepas que no tolero que me dejen hablando sola —decía pasando sin ser invitada, veo como su equipo de seguridad se limita y queda fuera de mi casa— Y en segundo yo no te estoy dando "limosna" —decía acercadose a mi mientras cerraba la puerta— te digo te lo mereces porque al salir de esa cafetería de segunda pedí el informe de personal, pude darme cuenta que no te han dado tus vacaciones desde hace ya años, y el cheque son tus bonos y horas extras acumuladas, y no lo hice solo contigo, lo hice con cada uno de los empleados en planilla a los que se le ha hecho esta injusticia... —decía cada vez más cerca de mi, acorralándome entre ella y la puerta— ¿En realidad crees que me puedas interesar tanto para solo hacer esto por ti? —me retaba con la mirada, no podía decir nada— Si ese lugar es mío ahora, quiero ser justa, derecha, quiero que se maneje bien ¿entendido? —preguntaba sosteniendo su mirada en mi, claramente no puedo responder— Señorita Spampinato ¿acaso usted creía que hice eso por usted? —cada vez sentía su respiración más cerca— 

Pero ¿Qué me estaba pasando, por qué este tipo de contacto con Danielle era tan excitante? 

—niego con la cabeza mientras siento como se aleja lentamente— No se haga ideas que no son... —decía dando un paso hacía atrás— y como lo dije antes, nos vemos lunes a primera hora —agregaba mientras se hacía a un lado y poniendo su mano en la manija de la puerta, nuevamente clava su mirada celeste en mi— y también recuerde que odio que me dejen hablando sola... —termino por decir mientras abría y salía de mi casa— 

¡Uffff... Madre mía, que caloooor! Danielle había logrado ponerme nerviosa en cuestión de segundos, no puedo ni siquiera explicar lo que estaba sintiendo, mis piernas tiemblan, mi piel se enchina, miles de descargas eléctricas recorren mi cuerpo con solo recordar un poco de aquel aroma que pude percibir de ella... Danielle Savre.

Aún explicado todo por ella, seguía sin tragarme el cuento de "merecerme" tanta amabilidad de su parte, no sabía si era porque no quería creerlo y pensar que podía interesarle en lo mínimo... Espero que no, porque sería un lío sentir algo por mi Jefa y Directora. 



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