el comienzo de un para siempre

8 0 0
                                    


Me subo al primer vuelo hacia Montreal ,Canadá, donde vive mi abuela. La situación familiar no era la mejor últimamente, después de que los profesores le comentasen la caótica semana que les hice tener (cabe recalcar que no era un ángel) y ni hablar del odio que me tienen mi padre y mi madrastra , los cuales tomaron la decisión de enviarme con mi abuela, pero es mejor así ; yo los odiaba a ellos y ellos a mi , pero amo a mi abuela y casi nunca podía verla ya vivía en otra ciudad.

House of Memory sonaba en mis auriculares mientras mi cabeza estaba en otra parte , no me podía concentrar del todo en el camino, ¿Quién podría hacerlo en esta situación?

Estaba tan metida en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta de que el avión había aterrizado, o de la pequeña azafata que toco mi hombro avisándome que ya podíamos bajar. Estaba en mi propio universo, pensando en el posible caos que sería mi vida desde ahora. Pero bueno, ya debí bajar mis maletas y tomar el autobús hacia la casa de mi abuela Lotie. Vivía en un departamento un poco grande con sus gatos Oscar y Ginger, un gato blanco y uno naranja. Cuando la visitaba los hacia jugar con un plumero que mordían y rasguñaban , hasta que mi abuela se enojó porque ya no tenia con que limpiar las telarañas del techo , a las cuales no llegaba por su baja estatura.

Cuando llegue la abracé con todas mis fuerzas, ya hacía 6 años desde que no la vio. Me mostró mi cuarto y acomodé mis cosas allí, luego comimos unas galletas y tomamos un té mientras nos contábamos la una a la otra qué había sido de nuestras vidas durante esos años, me enteré de unos dramas de telenovela que habían sucedido en el barrio y de que tristemente, había fallecido Jorge, el vecino y mejor amigo de mi abuela. También me dio un regalo, un hurón albino de porcelana, ¡era súper tierno!

Tomé un baño y fui a costarme, había tenido un gran día, tranquilo y tal vez simple, pero encantador. Fue el primer día sin disfrutar de mi parte en casi un mes. Encuentro un sentimiento extraño en mí, tal vez nostalgia o ese sentimiento de ser una niña otra vez, algo que me motivó, hasta que la inspiración se fue cuando recordé que debía ir a una nueva escuela, o sea una total PESADILLA.

Envidio a la gente que nunca tuvo que cambiarse de escuela. Nuevo lugar, nuevos maestros, y lo peor, nuevo compañero que no conoces en lo absoluto, extraños en los que debes decidir si confiar o no, pero por más que hiciera cualquier cosa, empezaría la escuela en 2 días. Pero eso no sería lo peor, lo peor sería que comienzo las clases en la mitad del semestre, por lo tanto hay muchas clases y muchos temas que no eh visto, lo cual me complicará entender los nuevos contenidos. Otro contra es que los nuevos son blancos perfectos para los bullys, de los cuales debe haber millones en una escuela tan grande como es el FASTA

Esta vez me portaré mejor que en la otra escuela (o al menos trataré) para no darle tantos problemas a mi abuela, ya que ella a diferencia de mi padre y madrastra si me importa, y no quiero hacerla sentir decepcionada porque su opinión y punto de vista sobre mí sí me afecta, también sentí la esperanza de que este año podría ser diferente.

00:06 AM, lo primero que oigo es el fastidioso sonido de la alarma insinuándome ¨despierta, debes ir a la escuela¨, con lo que me imagino es un tono burlón. Salgo de la cama con cara de zombie y un humor nefasto, pero lo que logra sacarme una sonrisa es ver a mi abuela, preparándome el típico desayuno de dos huevos fritos y un tocino que forman una cara feliz. Es lo típico y ya ni siquiera es algo súper especial, pero al venir de una persona como mi abuela y ser uno de los gestos más bonitos que recibieron estos últimos 6 años, me hizo sentir muy afortunada. Todo era maravilloso hasta que el autobús tocó bocina. Tuve que bajar a toda velocidad por las escaleras desde el séptimo piso ya que el ascensor era una tortuga de metal.

Qué manera de empezar mejor un lunes que con Matemáticas a primera hora, simplemente sublime.

Fue un día que alcanzaron niveles extremos de aburrimiento, todos tenían la misma expresión de estar al borde de la locura y el estrés hasta que llego la última hora, la de biología. La clase fue aburrida, pero desde que entró el profesor media clase cambio la expresión de tener una enfermedad terminal por una de un niño en Navidad o su cumpleaños, como si tener a ese sujeto de profesor fuera un regalo de la vida, el cual personalmente no disfrutaría recibir.

El ¨regalito¨ me miró y sonrío amablemente, yo le devolví la mirada junto con una risita sarcástica, fingiendo imitarlo educadamente. En el momento que volteé la cabeza, vi a una chica mirándome con cara de pocos amigos, mientras yo decía con señas ¨te estoy vigilando¨. Le levante el dedo corazón y me enfoque en la clase, ignorando los papeles de amenaza que me enviaba.

La clase fue bastante aburrida, aunque fue la mejor del día, pero se capturó del amor romántico. Algo que nunca sentiré siendo quien soy, alguien que nunca podría ser amada de esa manera. Era inútil para mí tratar de entenderlo ya que jamás me serviría, pero preste atención ya que de una u otra manera hay que aprobar Biología.

Mi medio corazonWhere stories live. Discover now