Recuerdos del bosque

# 17

- Creo que me gusta alguien.

Cyno y Tignari le miran con los ojos abiertos como platos casi escupen sus tazas de café al ver el aspecto despreocupado y risueño de Kaveh, luego intercambian miradas entre ellos.

- ¿Gustar? ¿Acabo de escuchar bien? - pide rectificar Tignari aun sin salir de su sorpresa, no es extraño oír de alguien que está interesado en otra persona, solo que el que Kaveh lo diga les deja un poco inquietos con miles de posibilidades al respecto.

- Si no escuchaste bien Nari, dudo que yo lo haya hecho - le secunda Cyno y Tignari le pellizca la mejilla, no es momento para un mal chiste.

- Escucharon bien.

- ¿P-pero eso significa que algo cambió entre ustedes? - Tignari le mira algo confundido porque Kaveh no paraba de quejarse de su compañero.

- ¿Cambió? - Kaveh esta vez los mira desconcertado - No sé a qué te refieres.

- Se refiere a que si Al-Haitham y tu cruzaron esa línea, y ahora te gusta por esa razón - explica Cyno, aun sin salir de su sorpresa.

- ¡¿Qué?! ¡No! me han malinterpretado - grita Kaveh con el rostro completamente enrojecido - ¡N-no me refería a ese insufrible! ¡Arcontes! ¿yo enamorado de Haitham? No estoy tan demente, dicen que el amor te vuelve idiota pero no he caído tan bajo, me ofende la conclusión que han sacado al respecto.

Cyno y Tignari entonces se ven más confundidos.

- Entonces si no es Al-Haitham, ¿Quién te gusta?

- Fue alguien que conocí ese día que me dejó sin llaves fuera de casa.

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Para el nuevo gran sabio las responsabilidades no son algo nuevo, pero si una nueva molestia, no es lo mismo ser el escriba en un escritorio olvidado de la parte administrativa de la academia, a ser quien lleva la mayor carga de intereses de todo Sumeru.

Mucho esperaban de él, algunos asombrados porque alguien tan jóven logre tal puesto y otros esperando que se equivoque para señalarle.

El único que ha dado su opinión sincera al respecto ha sido Kaveh.

"No me sorprende que te nombraran gran sabio, después de todo estás calificado para ello"

Kaveh no es alguien que suela halagar a otras personas, menos a él, por eso valora el comentario sincero.

Es un poco extraño sentirse motivado a enfrentar esta responsabilidad solo porque Kaveh le ha dicho un par de buenas palabras, ¿acaso este es el efecto de la luz de Kshahrewar?

Al-Haitham se siente tonto pensando en ello.

Una carpeta es tirada sin mucha ceremonia en su escritorio, le obliga a levantar la mirada ante tal falta de respeto, claro que el único que haría algo así es Cyno.

Le mira con esos ojos escarlatas como si tuviera frente a él a un criminal a enjuiciar, Al-haitham no se deja intimidar le responde con la misma frialdad, duda que haya hecho algo que amerite un trato hostil.

- Es decepcionante - Al-haitham no entiende a qué se refiere el gran juez - Tignari está muy decepcionado, yo también - sigue hablando Cyno, pero Al-haitham no entiende que es lo que supuestamente ha hecho que "decepciona" a Cyno y Tignari, no es como que le importe su opinión respecto a él, pero piensa que algo pasa que no puede ver.

- General, no creo que hayas venido aquí a insultarme sin ningún fundamento. ¿Acaso te molesta tanto mi gestión?

- No se debe a tu labor - aclara Cyno - No tengo quejas al respecto, pero en cambio estás descuidando algo muy importante, puede que sea demasiado tarde si no actúas.