Recuerdos del bosque

# 27

Alhaitham llegaba temprano como siempre a su lugar de trabajo como gran sabio intendente, como representante temporal de la Academia debía dar el ejemplo, aunque siempre había alguien más atento al trabajo que él, y ese era Cyno que estaba en su puesto sin importar que, ese hombre era más puntual que la propia definición.

Esto le llamó la atención cuando un oficial de la matra se acercó para darle su reporte en lugar del general, simplemente era inesperado, esto le hizo levantar una ceja y mirar un tanto curioso al sujeto frente a él quien de inmediato se puso nervioso.

- Pensé que el general mahamatra era el encargado de entregar estos reportes.

- ¡Si! Así es excelencia, pero por ahora el general mahamatra está en paradero desconocido luego de haberse reportado un incidente en el bosque Avidya.

- ¡Oh! Ya veo... Entonces está en una misión de gran importancia.

- Así es, me temo que no puedo darle más detalles.

- No importa, entonces puedes dejar esos reportes allí, ya los revisaré cuando pueda.

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Los demás oficiales de la Matra tenían en alta estima a Cyno, su general, pese a ser bajito era tan imponente, cualquier erudito de academia se orinaría encima de solo pensar que el general le tenía el ojo puesto. Cyno tenía un sentido de la justicia implacable, una inspiración para muchos oficiales, incluso había contribuido a salvar a su querida arconte llevando sobre si sus sospechas y teniendo que exiliarse en secreto, nadie haría cosas tan arriesgadas, por esto muchos lo admiraban y respetaban, aunque sus chistes eran pésimos.

Alguien dijo que la perfección no existía.

Aun así, los oficiales se preguntaban dónde podría estar su valiente líder, ¿estaba llevando a cabo una misión peligrosa? ¿Qué clase de misterios estaba desentrañando?

- Seguro está por detener una conspiración secreta.

- No seas tonto.

- No soy tonto, hace un par de meses alguien quiso atentar contra el gran sabio intendente, incluso amenazaron a su compañero de residencia, está más que claro que hay personas que no están contentas con la nueva administración.

- Uhm... Es verdad ¿Crees que realmente el general está investigando algo así de delicado?

- Estoy más que seguro, debemos estar preparados en caso de que nos necesite.

- Tienes razón.

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- Ah...Ah...

El sonido de las respiraciones entrecortadas inundaba la humilde tienda en villa Gandharva, el calor y olor a sexo era más que evidente.

Aquellos ojos verdes brillaban con intensidad mientras jadeaba con los cabellos pegados a su frente, buscando calmar el calor incesante en su interior, sentía que ardía, a su vez necesitaba moverse aquella sensación pegajosa en su parte trasera facilitaba el acto, se movía con las pocas fuerzas que tenía, solo una última vez, y sintió que se desplomaba sobre el otro que lo recibió en sus brazos.

Se sentía tan complacido y tan lleno, quizás por ahora era suficiente para calmar el calor agonizante en su interior.

- L-lo siento...

- Está bien, no pensé que tomaría vacaciones por adelantado.

- Tonto... - Tignari se siente exhausto entre los brazos de Cyno que le abrazan y le acariciando suavemente buscando reconfortarle - Aunque el tonto fui yo por olvidar tomar mi medicamento.

- Al menos llegué en buen momento - apenas logra decir, está muy cansado.

Aquello ha sido una guerra sin cuartel. Los zorros del desierto tenían una temporada de reproducción fija, durante ese tiempo se veían incomodados por sus instintos, muchos de ellos optaban suprimir por medio de medicamentos aquellos impulsos hasta que estuvieran con una pareja adecuada, sino la manera de calmar esto sería hasta que se concibiera un bebé en el acto.

Por algo su madre le había enviado la medicina correspondiente, pero con tantas cosas que hacer debido a su trabajo, Tignari había olvidado esto hasta que Cyno estuvo cerca suyo en el momento y lugar adecuado, entonces se había vuelto un completo animal en búsqueda de sexo.

Cyno había sido tomado por sorpresa. Había oído de esto, pero nunca lo había experimentado, había tenido sexo de manera normal con Tignari, pero esto le sobrepasaba por completo.

Para Tignari era completamente imposible que pudieran concebir, era macho no hembra, así que su instinto simplemente lo llevaría a repetir este ciclo hasta que sus hormonas se calmaran y el ciclo de apareamiento terminara.

Por ahora solo descansarían, quizás después se despertarían y comerían algo para reponer fuerzas y el ciclo volvería a repetirse.

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- E-espera... S-se detuvo... Ya no me siento en celo, de esa manera tan desesperada... - dice Tignari pudiendo recuperar el aliento.

- ¿Eso significa que el ciclo de apareamiento terminó? - pregunta Cyno sintiendo su boca seca.

- E-es posible, aunque las fechas no coinciden.

- ¿Eso que significa?

- ¡Tiene que ser una broma!

Evidentemente, algo que Tignari había llevado conocer en ese momento era que la consonancia elemental se hacía más fuerte entre portadores de visiones durante el sexo, amplificaba los efectos del celo...

Como resultado, era más que obvio.

Acaban de concebir.

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- Parece que tuvo un viaje difícil general - Alhaitham ve llegar a Cyno con cara de pocos amigos, unas ojeras algo pronunciadas y algo demacrado - Quien te viera diría que estuviste en una guerra sin cuartel.

- Ah... Si... Algo así...

- No parece una respuesta tuya, sé que no me incumbe los actos de la matra, pero ¿pasó algo?

- Algo así... Tignari quiere hablar pronto con Kaveh - Alhaitham levanta una ceja - Creo que habrá que hacer una tienda algo más grande en la villa.

Notas finales: una idea algo fumada.

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