Au... Al borde.

5

YoonGi se volvió a petrificar al sentir la voz de su amigo, pero esta vez tuvo la capacidad de apartarse.

—¡HoSeokkie! ¡Gracias, gracias! ¡Dile al conserje que venga, se trabó la puerta!— Exclamó y esperó a escuchar los pasos de su amigo alejándose para mirar a JiMin.

Tenía una risa burlona y unas evidentes ganas de continuar lo que hacían.

—Te excediste, JiMin... Y lo permití, esto no está bien... No debe pasar, ya no más—Le regañó.

Pero sintió un dejavù, ya había dicho que no más, pero seguía cediendo ante un paciente que se hipersexualizaba por haber sido abusado, se sentía asqueado de sí mismo por eso.

JiMin sonreía, aún sin soltar palabra y a YoonGi eso le aterraba, había disociado a su paciente al tener un encuentro de ese tipo.

No pudo hacer mucho más hasta que HoSeok llegó con el conserje.

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—En serio que perturba tu paz atender a JiMinnie, no lo entiendo, estabas desesperado.—Comentó HoSeok.

Estaban comiendo en el departamento de Jung ya que quedaba cerca del hospital y Min tendría un turno extra durante la madrugada por un colapso del interno que lo haría.

—Me hace sentir incómodo, intimidado... Y me cago en Sigmund Freud, es como mi mamá.—YoonGi se sinceró, a medias.

—¿Por qué lo dices así? Ni que tuvieras un complejo de edipo a esta edad y te hubieras enamorado de la versión idealizada de tu paciente... No lo hiciste, ¿Cierto?—Jung de pronto sospechó.

—Freud era un asqueroso que le atinó a ciertas cosas, todo lo que me recuerde a él me repugna.—Dijo YoonGi.

HoSeok asintió y tuvo la nota mental de vigilarlo, no lo negó, podía ser una coincidencia o algo escondido.

—Estoy demasiado cansado, voy a dormir, no te quedes despierto, ¿sí? Puse una alarma para levantarme, puedes descansar.—Dijo Min bostezando.

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YoonGi despertó al sonar de su celular. HoSeok dormía abrazado a él, sonrió con nostalgia, antes de que ese pequeño y atrevido paciente lo alborotara, había pensado en pedirle a HoSeok que fuera su novio.

Se sintió peor cuando Hobi en un estado entre la vigilia y el sueño, besó su mejilla y lo presionó contra su cuerpo, buscando tener un poco más de él antes de que se marchara.

YoonGi se duchó llorando, comió una manzana llorando, condujo llorando y llegó al turno con los ojos hinchados y sintiéndose un asqueroso.

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Todo estaba en orden, incluso durmió sentado en el piso de la sala de sus pacientes con intravenosas y sedados. Los monitores eran ruidosos cuando algo andaba mal.

Cuando ya comenzaba a amanecer, escuchó unos sollozos de una voz que identificaba a la perfección y alteraba todos sus sentidos.

Corrió con JiMin y sintió un nudo en la garganta cuando vio que se golpeaba la cabeza y repetía constantemente "no me toquen..." Un plural que hacía su historia de abuso aún más horrible de lo que ya el abuso era en esencia.

—Minnie, JiMin... Oye...—No lo tocaría hasta que saliera de ese estado, no se estaba lastimando mucho, no más de lo que sus pesadillas hacían.

Le habló hasta que conectaron miradas y se lanzó sobre él, acurrucándose y abrazándose con mucha fuerza. YoonGi lo consoló.

—Lo siento, ya estás bien, aquí estás bien, nadie va a dañarte, Minnie.

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HoSeok ya entraba a su turno de las seis y quiso buscar a YoonGi por el mero deseo de verlo. Al no encontrarlo en los lugares usuales, la situación con Park JiMin volvió a su mente y se dirigió hacia allá.