Confesión

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La fiesta de presentación de Mia había sido un éxito, los habitantes de Secoya se encontraban felices, pero más que eso, sorprendidos por el secreto que la reina se había llevado a su tumba. Era increíble el parecido de la chica con la antigua reina, excepto por el color del cabello cualquiera diría que aquello era un fraude, por el gran parecido con Marissa, pero la prueba de todo lo que explicó el rey se encontraba bailando y sonriendo con cada invitado.

Los ojos de la princesa eran exactamente como los de su madre, con ese brillo que la caracterizaba, se notaba que esta nueva etapa la emocionaba, tenía una sonrisa dibujada en el rostro, se sentía como en casa, cada habitante del reino había sido amable con ella, incluso cuando no sabían quién era, por primera vez era ella, sin cadenas, sin secretos, ya no tenía que esconder su verdadero ser, no había presión sobre sus hombres, por primera vez se sentía como en su propio hogar, Ganondoford era exactamente como le habían descrito.

Aidan por su parte se mantenía serio, parecía la sombra de Mia, no la dejaba sola ni un solo segundo como si de su guardaespaldas se tratara, Neahm en cambio había optado por darle un poco de espacio a la princesa, solo así se despegaría un poco de sus costumbres del mundo humano, estuvo dieciocho años escondiéndose y ahora ser ella se sentía raro, de hecho, la mayor parte del tiempo lucia del mismo modo en que un humano, ocultando sus cuernos, rasgo característico de las banshees.

Los reyes elfos eran grandes anfitriones, se caracterizaban por hacer sentir a gusto a los invitados, aquella noche no era la excepción porque todos se veían felices, tiempos difíciles se aproximaban, pero algo tenían claro todos, las cosas debían cambiar o el reino que conocieron un dio desaparecería por completo.

­—Alteza —dijo Yali, mientras se aproximaba a Mia.

—Por favor no me llames así, somos de la misma edad, del mismo estatus y todavía se siente raro, seremos compañeras de viaje a partir de mañana, no creo que haya necesidad de tanto protocolo.

—Está bien, intentaré no decirte nuevamente algo parecido, te tutearé lo prometo —respondió la elfa sonriente —¿Qué te ha parecido la fiesta?

—Es más de lo que esperaba, confieso que tuve miedo sobre la reacción del pueblo, pero al parecer la noticia regalo más de una sonrisa —dijo mientras observaba a su alrededor, ella aún no se creía que esta sería su viuda a partir de ese momento, ya no había marcha atrás —tener el apoyo de ustedes me hace sentir menos débil.

—No tendrás la misma suerte con los otros clanes de Ganondoford aunque las seeles sí que estarán de nuestro lado, la reina era la mejor amiga de tu madre —Mia deseaba tanto conocerla que no pudo esconder la sonrisa al escuchar que la mencionaban, estaba en el sitio correcto para conocer más sobre su madre a través de los ojos de todos los que la conocieron en vida.

—Tengo claro que el camino a penas inicia y no será fácil, pero eso no me derrumbará, vine con una meta y un objetivo y haré lo que sea necesario para cumplirlo —la chica elfa sonrió, esperaba escuchar esas palabras.

—Yo te acompañaré en el recorrido.

—Será un honor —contestó Mia e hizo una pequeña reverencia.

—Nos vemos mañana, recuerda no acostarte tan tarde para que no despiertes cansada, lindo noche Mia.

—Igualmente Yali —se despidieron con una mirada y una sonrisa.

Aidan que bebía de una copa desde una esquina aprovecho que su chica favorita quedó sola para acercársele, lleva un buen rato buscando el momento, pero no había surgido la ocasión, era entendible que todos quisieran acércasela, aun así, se las había arreglado para bailar par de veces con la pelirroja.

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⏰ Last updated: Feb 06, 2023 ⏰

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