FALL IN LOVE|| "Todos queremos amar y ser amados como la mayoría de los libros, pero... ¿siempre hay final feliz?"
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LA ORDEN DEL FENIX, ERA ALGO QUE SIN DUDA HAILEY NO SOPORTABA. Estar encerrada con toda su familia, sumando a Sirius, Remus y Tonks, le ponía los pelos de punta, y el solo pensar que Hermione estaba próxima a llegar al cuartel, terminaba de destrozar la poca tolerancia que le quedaba.
Tonks era sin duda una persona que podía alegrarle el día a Hailey, como arruinarlo. Con una simple oración podía poner la casa de cabeza, y pese a eso, Hailey la amaba.
Si bien Hailey tenía su pobre corazón roto, y se sentía un desastre, sabía que tarde o temprano terminaría superando a Hermione, pero para eso necesitaba un tiempo a solas, sin verla ni hablarle. Pero, tras dos semanas sin contacto, Hermione volvería para quedarse en el cuartel todo lo que resta del verano.
La casa entera sabía del conflicto entre Hailey y Hermione, cortesía de Tonks, y las cosas no podían estar más tensas.
Molly buscaba la forma de correr a Hailey de la habitación de las chicas, solo para que Hermione no se sintiera incómoda con su presencia, e intentaba disimularlo diciendo que era lo mejor para todos.
Obviamente las cosas entre Hailey y su madre seguían tensas y lograban poner incómodos a todos cuando peleaban, porque siendo sinceros, las paredes de la casa Black no podían apaciguar los gritos, quejas y llantos cuando madre e hija se encontraban solas en una habitación.
Sirius solía ser el refugio de Hailey, podían quedarse hasta altas horas de la noche cambiando de lugar las cosas de la cocina solo para molestar a Molly, hasta molestar el retrato de la madre de Sirius para despertar a todos a mitad de la noche.
Al contrario de Remus, quien pocas veces se unió al grupo, solía encerrar a Sirius por dos horas para que se tranquilice y no explote contra Molly.
Y como faltaban simples minutos para que Hermione llegara al cuartel, Hailey no tuvo mejor idea que refugiarse en la habitación del matrimonio.
—Sabes que no podrás esconderte aquí el resto del verano, ¿verdad? -le dijo Remus, sin despegar sus ojos del libro.
—Pero puedo refugiarme aquí al menos unas horas hasta que mi madre deje de chilla. -respondió Hailey.
Sirius resopló, estando de acuerdo con ella.
—Quedan segundos. -tarareo Sirius, quien estaba completamente en lo cierto, ya que se escucharon pasos apresurados en el pasillo. Hermione había llegado.
Antes que Hailey abriera la boca, Remus se le adelantó.
—No vas a quedarte el resto del verano en esta habitación.
Hailey lloriqueo, pero antes de que pudiera rogarles que la dejaran quedarse una semana, Tonks irrumpió en la habitación.
—Me siento ofendida porque no recibí invitación de esta reunión. -dijo subiéndose a la cama y empujando a Hailey para quedar en el medio. -Y antes que me olvide, Molly te busca.
—Mierda. -dijo Hailey, levantándose de la cama y escondiéndose en el armario.
—¿Es una indirecta? -pregunto Sirius, intentando no reírse.
—Silencio perro. -le susurró Hailey.
Pero era más que obvio que Molly entraría en la habitación en busca de su hija. Dicho y hecho, Molly entró en la habitación hecha una furia.
—¿Dónde está Hailey? -pregunto.
Sirius se hizo el dormido, Tonks la distraída y Remus continuó con su lectura, soltando un suspiro.
—Está tomando aire. -respondió finalmente Remus.
—O ahogándose. -aportó Tonks, ganándose un golpe por parte de Sirius.
—¿Para que la necesitas? -pregunto Sirius, bostezando muy falsamente.
—Tiene que acomodar el desastre que dejó en la habitación.
Hailey bufo, solamente dejó su cama sin hacer y su pijama en el piso. Eso no era un desastre, pero a Molly le gustaba exagerar.
—¡Hailey! -grito la señora Weasley, haciendo que la nombrada se asustara y saliera rodando del armario. -Ve a la habitación.
Sin muchas alternativas, Hailey volteó a ver a Tonks, quien rápidamente entendió la indirecta y salió junto a ella.
—Tu madre da miedo. -le dijo Dora, golpeando su hombro.
—¿Y recién te das cuenta? -bromeó Hailey, devolviendo el golpe.
Y así comenzó un juego de golpes y risas, hasta que llegaron a la habitación y Tonks resbaló, cayendo en un golpe seco.
—Mierda, ¿estás bien? -le preguntó Hailey extendiendo su mano. Mala idea.
Tonks agarró la mano que Hailey le ofrecía y la tiró junto a ella.
—Eso es trampa. -se quejó Hailey sobando su espalda.
