Sonó el timbre que indicaba el comienzo del descanso de 5 minutos antes de continuar con las clases Rocío me agarro del brazo y me arrastro por el pasillo subimos dos plantas hasta que por fin llegamos al baño de la última planta de la facultad, el baño era para chicas y minusválidos por lo que era muy amplio y solo para una persona, perfecto para follar.
Nada más entramos, Rocío cerro con cerrojo y yo la estampe contra esa misma puerta atacando sus labios con ansia. El beso estaba lleno de lujuria contenida, mis manos fueron directas a su culo perfectamente tonificado y ella se subió encima mío, con ella en brazos la subí al amplio lavabo que había nos separamos por uno momento.
Rocío me quito mi camiseta y después mi sujetador y se abalanzó sobre mis ahora puntiagudos pechos que se erizaron al sentir el tacto de su lengua sobre mi pezón, mientras que con su otra mano manoseaba el otro pequiñizcandolo sin piedad. No pude evitar gemir. Se separó de mi pecho y se acerco a mi oreja.
- Ahora me toca a mí follarte. Me susurró al oído para luego morder el lóbulo de mi oreja.
Se bajó del lavabo y se puso enfrente mío cambiando de lugares, ahora yo tenía el lavabo a mis espaldas y ella estaba enfrente mío.
No pude evitar quitarle a ella también su camiseta, dejándola con sus pechos al descubierto ya que no llevaba sujetador.
La acerque a mí boca y nos besamos de nuevo con ansia mientras ahora yo era quien le pequizcaba los pezones y ella gemía en mi boca.
Sus manos llegaron a mi falda la cual levando e introdujo su mano por encima de mis bragas.
-Estas empapada. Dijo separándose de mi boca.
Yo acerque su mano a mí boca y lamí mis propios jugos de sus dedos, para después besarla y que ella también los probara.
Su mano ahora mojada por mi saliva se dirigió esta vez por dentro de mis bragas y sin previo aviso metió dos dedos de golpe en mí.
-Joder como me pones. Gemí con mucha fuerza.
Ella se separó de mi boca y retiro sus dedos, protesté. Pero ella se agachó y me bajo mi falda a la vez que mis bragas y me empezó a chupar el clítoris haciendo que todos mis fluidos aumentase y comenzara a empaparme completamente, no podía dejar de gemir cada vez más fuerte. Me introdujo un dedo a la vez que me mordía con delicadeza el clítoris y jugaba con el con su lengua formando círculos. Me embestía y aumentaba el ritmo de su lengua. Me embestía y sacaba su dedo separaba su boca me frotaba rápido el clítoris, escupía en mi agujero y volvía embestir y a chuparme, se separaba sacaba su dedo me golpeaba el clítoris y volvía a chuparme y a embistir.
Sus dedos entraban y salían de mí cada vez más fuerte, de pronto introdujo uno más, mi cuerpo seguía por impulso sus embestidas moviendose a su ritmo y a la vez tratando de ir más rápido. Cogí su cabello y su cabeza y la indique que fuese más rápido con su lengua apretándola contra mí coño, sus embestidas aumentaron. Me tuve que sentar sobre el lavabo por qué mis piernas comenzaron a fallarme.
Estaba a punto de correrme. Gemía con cada embestida. Sus dedos entraban y salían, entraban y salían de mí, más y más rápido. El éxtasis llegó a mi cuerpo cuando con una última embestida comenzó con mucha rapidez a dar toques.
-DIOS- grité gimiendo mientras me corría en su boca, ella aprovechaba para lamer cada centímetro de mi vagina para probarme.
La levante con ansia y nos besamos probando de nuevo mi flujo que aún estaba en su boca.
Cuando de pronto golpearon a la puerta.
-Salgan inmediatamente- Dijo una voz femenina- Soy la directora.
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Continuará...
