Perfecto

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Besos incandescentes y caricias suaves era lo que abordaban bajo la luz de la luna que atestiguaba su momento. Izuku apoyó parte de su peso con el otro mientras otorgaba incontables roses de sus labios en contra de su piel desde su mejilla, su mentón y descendiendo por parte de la curvatura del cuello.

«Me haces tan feliz» —ronroneó con un enternecedor suspiro que provocó el roce de su aliento erizar la piel de Katsuki.

—¿Qué? —Reprochó con suavidad al no poder interpretar lo dicho. —¿Acaso me estás ocultando algo más?

El rubio amenazó con sutileza sujetando el mentón de Izuku para dirigir esa mirada verde, dilatada y exquisita.

—No lo hago, pero también quiero serlo.

—¿Qué cosa?

—La razón de tu felicidad.

Katsuki rodó su ojos negando su cabeza y río entre dientes.

—Pues tienes un trabajo ridículamente fácil —respondió resignado acariciando su cabello lanudo. Izuku sobre-encogió en su torso enterrando sus manos en las prendas a la espalda, buscando impregnarse de aquella esencia que alguna vez recordó haber visto en el rubio.

Segundos que se tornaron minutos en esa misma posición silenciosa culminaron ante la iniciativa de Bakugo, el cual encaminó sus manos cruzando la molesta barrera entre la camisa y la piel de Izuku. Subió lentamente tanteando con deleite la suavidad de su piel entre sus falanges provocando súbitos escalofríos en el otro, sin embargo poco a poco percibió que ese abrazo se había tensado por lo que pausó a cerciorar como se encontraba.

—¿Estás nervioso?

—No del todo... pero mi espalda... —cerró sus ojos cohibidos enterrándose nuevamente en el pecho del otro.

Por más que trataba de ser indiferente a lo acontecido, estaba presente. Aquellas feas marcas que se plasmaron como cicatrices de antecedentes a su tortura y experimentos raros de Stormalong.

—Ya te he visto desnudo, no me importa en realidad, ¿por qué ahora le tomas relevancia? —Exclamó tanteando algunas sobre-elevaciones de marcas en la espalda de Izuku.

—Porque antes no me había confesado, logré pasarlo de largo como me indicaron, pero ahora... quiero ser perfecto para ti —entristeció.

—La perfección es odiosa —reprochó palmeando con sutileza la espalda. Izuku levantó un poco su rostro confuso de lo que acababa de oír. —Si todo fuera perfecto, la vida sería jodidamente aburrida.

—¿Qué estás-...? —Balbuceó turbiamente indignado, ya que era como si le diera un escupitajo a sus creencias.

—Todos admiran la perfección y buscan obtenerla, pero ¿cuál es el punto de lograr la perfección? No la hay. Nada. Ni una maldita cosa. Yo odio la perfección —sentenció con brusquedad. Izuku retrocedió apartándose un poco y Katsuki aprovechó para desvestir su torso mostrando algunas marcas de combates que había tenido.

—Yo te las había quitado, ¿no? —recordó al momento en que le hizo el vínculo y lo purificó, sin embargo, eran marcas posteriores en Arkhabe y la vez que asaltó la guarida de Mr. Compress resultando muy lesionado.

—Claro que lo hiciste —aclamó levantando su manga y mostró su antebrazo impecable, recordando que había sufrido una cortada de ese brujo-vudú y lo había maldecido justamente por esa herida. Su piel estaba intacta. —Y he estado avanzando, ¿por qué no lo haces también?

Izuku apretó sus labios frustrado de escuchar eso.

Bakugo cerró fuertemente los ojos maldiciendo entre labios, había metido la pata.

El tirano de los mares [BkDk +18]Where stories live. Discover now