Naufragio

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El oleaje afable mecía el barco con una agradable tranquilidad siendo dirigido sin ningún inconveniente. La brisa marina persistía dócil y en calma completamente en contraste a los días anteriores que se habían vivido. En medio de alta mar presenciando una tarde pacífica sin ningún percance, estaban Midoriya y Kirishima sentados en cubierta uno frente al otro con lo que parecía algún juego para entretenerse y matar el tiempo de navegación.

Izuku observaba con detenimiento algunas fichas que solo eran piedras encima de un papel con trazos, luego de una postura analítica tomó una piedra oscura moviéndola de su lugar hacía otro extremo con mayor seguridad. La mirada en Eijirou pasó a estar perpleja.

—Ah... me ganaste... —mencionó completamente derrotado. Exasperado agitó su cabello rojo con ambas manos. —No puede ser, me dijiste que nunca habías jugado esto, ¿acaso mentiste?

—No, solo seguí las reglas que me diste —defendió con una sonrisa nerviosa alzando sus manos para tranquilizar al otro.

—¿De verdad? Vaya, entonces sí que eres muy inteligente —aludió resignado re-acomodando las fichas para iniciar la revancha.

—¿No deberíamos estar vigilando la navegación?

—Está bien, el mar está muy tranquilo así que seguirá el rumbo sin problema —defendió dando iniciativa a la nueva partida con su ficha blanca.

—Pero Kacchan dijo que-... —miró por el rabillo del ojo hacia la puerta de la cubierta.

—¿Tú crees que nos hubiera dejado al mando si la navegación no fuera tan tranquila? Déjalo descansar... o debe estar con esos rastreos turbios de cartas náuticas que hace solo, le gusta centrarse completamente —mencionó con un gesto aburrido descansando su quijada en su mano.

El peliverde no estaba muy convencido de escuchar eso, pero aun así retomó a volver a corresponder en el juego moviendo una ficha blanca.

—Kirishima-kun, ¿piensas qué en algún momento Kacchan podría retirarse de ser un cazador de recompensas?

—¿Huh? —Balbuceó sorprendido de escuchar eso.

—Eso es bastante peligroso. Más de una vez ha estado al borde de... bueno... morir —susurró con incomodidad.

—Que buena pregunta, no sé que responder al respecto —extendió sus manos hacia atrás para estirar su espalda. Izuku le observó atento en confusión. —¿Sabes cómo inicio esta tendencia, no?

—Él buscaba sobrevivir con principios...

—No solo eso, Bakugo ayudaba a gran parte de la zona miserable de Störtebeker —sonrió con nostalgia—. Tesoros robados de otros ladrones, era su manera de solventar con el bonus de que el gobierno le diera dinero por desalmados piratas. Muchas veces fue invitado a formar parte de la milicia pero rechazó, ya ni tengo idea de que expediente tenga con todo lo que ha provocado —recordó con desagrado el incidente con Mr. Compress. —Ya ni siquiera están las personas que se beneficiaban con sus labores, es verdad... ¿por qué está yendo tan lejos? Si buscara solo mantenerse habría opciones más seguras. ¿Sigue buscando venganza?

—No. Eso no —llamó contundente Izuku arrugando el entrecejo completamente seguro que esa raíz de incertidumbre y rabia por lo sucedido había erradicado en Katsuki. —No cometería esa imprudencia de nuevo.

El nereida aseguraba que era verdad lo que trasmitía Katsuki mediante el vínculo no era nada similar a lo que anteriormente había desbordado.

Debió haber desahogado desde aquella vez que lamentó en sus brazos y su corazón estaba tranquilo, no obstante, sabía que todo lo acontecido con la villa de Störtebeker quedaría como una pequeña brecha de culpa consigo.

El tirano de los mares [BkDk +18]Where stories live. Discover now