2 Yo no se bailar.

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Guillermo viene de una familia humilde y trabajadora, todos han tenido que hacer muchas labores para salir adelante. Eso nunca ha sido impedimento para que Guillermo sueñe, su más grande sueño era convertirse en futbolista, siempre le gusto jugar y busco la manera de realizar este sueño de manera profesional y siendo portero.

En una ocasión Guillermo con catorce años jugó frente a distintos directivos que buscaban nuevos talentos, pero pasó lo que cualquier joven teme que le pase, Guillermo tuvo un accidente jugando, los huesos de su pierna izquierda quedaron rotos en varias partes y Guillermo dejó ese sueño por alguno más.

Pudo tener una vida por completo normal, pero correr y forzar mucho su pierna eran actividades que él mismo sabía le limitaban.

El chico de rizos, al cumplir la mayoría de edad decidió irse a otra ciudad, estaba harto de no poder cumplir su sueño, de sentirse mal con él mismo por este accidente y creyó que lo mejor en ese momento era mudarse a la capital del país, donde probaría suerte en nuevos proyectos consiguiendo una carrera.

Cuando llegó, tuvo muchas dificultades, pero poco a poco pudo adaptarse al ritmo de la ciudad y tener empleo de mesero en un restaurante.

En este tiempo Guillermo vio como posibilidad entrar a la universidad, quería estar cerca del fútbol y si no podía ser jugador, en su mente estaba ser fisioterapeuta enfocado en el deporte y especializarse en futbolistas.

Tenía su mente muy enfocada, sabía lo que sería trabajar y estudiar, pero no le importaba, estaba decidido a tomar todos los riesgos posibles.

Pero estar solo en la gran ciudad, trabajando para pagar sus estudios no es sencillo, pasó por muchos momentos malos, pero un día un buen amigo le hizo una recomendación.

—Ven Memo—te va a gustar este lugar.

—¿Qué es?

—Tranquilo confía en mí.

Su mejor amigo, Lozano lo llevó a un nuevo lugar, algo totalmente inesperado para Guillermo, era la primera vez que iba a un Men's Club.

Al principio Guillermo se sentía incómodo, pero poco a poco fue sintiéndose seguro y pudo deleitarse junto con su amigo lozano el ver danzar a todos esos hombres para ellos.

—No entiendo como te iba a decir que no, me encantó venir aquí. Gracias Lozano—dijo Guillermo muy efusivo.

—Yo sabía que te iba a gustar.

Los dos amigos disfrutaban de este lugar, no solo ver a todos estos hombres bailar, era un espectáculo de olores en el cual podían sentirse cómodos.

—Pero también quiero decirte algo importante.

—Dime, que es.

—Espero que entiendas... me da un poco de vergüenza decirlo.

—Lozano, tú eres mi amigo, somos buenos compañeros. dime con confianza.

—Te traje a este lugar para que lo pudieras conocer y sepas que empezaré a trabajar aquí la semana que viene. Seré un bailarín nuevo. He estado dos semanas en entrenamiento.

—Wooow, Lozano. Muchas felicidades. Yo se que lo harás muy bien. ¿Cuándo empiezas?

—El siguiente fin de semana.

—Entonces vendré a verte.

—Gracias amigo.

Los dos salieron del lugar al terminar el show.

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A la semana siguiente...

Guillermo como prometió fue a ver a su amigo debutar bailando en este lugar, todos quedaron sorprendidos por lo maravilloso que fue. Todos en el lugar aplaudían, todo y buscaban poder reservar bailes con Lozano el cual fue la sensación.

—Amigo, ¡te está yendo super bien! Todos quieren estar contigo en la sala privada.

—Ya sé, no lo puedo creer. Ya me reservaron ocho personas,

—Eres el mejor, Lozano.

—Gracias.

Guillermo espero a Lozano terminar su turno ya que este lo invitó a quedarse en su casa.

—¿No te gustaría bailar?

—¿Qué? ¿Hacer lo que haces?

—Si, te serviría mucho. Se gana bien, podrías dejar ese empleo horrible que tienes el cual solo te quita tiempo y no te da tanto dinero para tus estudios.

—No sé, nunca he bailado bien.

Los dos empezaron a reír.

—Vamos Guillermo. Sería genial trabajar juntos y ganar mucho dinero. Además de que te verían bailar y yo se que no eres malo.

—Pero... no se.

—Con tus rizos vas a cautivar a todos, creeme.

—¿Estás seguro?

—Además nadie tiene ese olor a vainilla como tu.

—Ya cállate, me estás convenciendo.

—Ve la semana que viene a una prueba, le diré a mi jefe sobre ti.

—De verdad Lozano, no sé bailar. Lo que tu hiciste hoy fue genial.

—Yo te enseñaré, serás el mejor. Todos van a querer ir con el chico de rizos y olor a vainilla.

—Tengo miedo, pero si necesito el dinero. Creo que puedo hacer la prueba.

Y después de esta charla, se durmieron.

Guillermo iría a la prueba la semana entrante.

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Les mando besitos de vainilla <3

Bailando hacia el gol [MESSI X OCHOA]Where stories live. Discover now