11 Ven conmigo.

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Un suave beso lleno de lujuria y pasión había llegado, Lio y Guillermo se besaban en el cuarto de hotel.

Mientras Lio olfateaba todo el cuerpo del hombre mexicano, este simplemente gemía echando la cabeza hacia atrás.

Era un momento de total euforia, besos, caricias y gemidos.



Cuatro horas antes....



—Guillermo, a la sala VIP. Tu cliente está ahí.

El joven de rizos se sentía completamente nervioso. Ya había visto a Lio, ya había bailado para él pero saber que estaba nuevamente ahí para él le hacía sentir un remolino de sentimientos.

Sentía un temblor en todo su cuerpo y aquello le gustaba.

Lio estaba sentado en el sillón de piel, disfrutando de una bebida. Sabía que lo que estaba haciendo era una locura total, pero no le importaba. Ya se sentía totalmente cautivado por aquel joven con olor a vainilla.

No era un capricho, era una necesidad.

Cuando vio a entrar al joven bailarín su cuerpo se contrajo, nunca se había sentido tan nervioso, ni en aquellas dos finales del mundo que había ganado.

—Hola señor Lio— dijo Guillermo al entrar— espero haya tenido una bonita semana.

—Cállate y empieza a bailar— dijo el argentino, sacando billetes de la bolsa de su saco.

Guillermo comenzó un baile totalmente erótico, se movía con una delicadeza alucinante. Lio no podía apartar la mirada de ese joven con olor a vainilla.
No le importaba ser una persona mayor en búsqueda de un momento de lujuria con un jovencito bailarín, Lio estaba completamente cautivado, le fascinaba estar ahí y como ese joven bailaba para él.

Lio trato de tocarlo, pero Guillermo lo apartaba sutilmente.

—Si quieres tocar, debes pagar más— dijo mirándolo a los ojos con total concentración.

Lio saco más billetes de la bolsa interna de su saco y sonriendo coloco la mayoría en la mesa en la que ese joven bailaba, pero otros más los metió en la fina tanga que Guillermo usaba y aprovecho para tocar los pectorales del joven moreno.

Ambos temblaron.

Guillermo se acercó, se bajó de la mesa y comenzó un baile totalmente cercano y cargado de erotismo, tanto fue que podía sentir como el miembro de Lio crecía sintiéndolo en cada roce que le daba mientras danzaba para él.

—¿Cuánto debo pagar para tocar tu cabello?

—Más— respondió el joven.

Lio volvió a sacar otro fajo de billetes y Guillermo asintió con el rostro dándole permiso a este para tocar su cabello. El argentino abrió sus dedos y comenzó a tocar los rizos del mexicano, cuando sus dedos comenzaron a llegar a las puntas, tomo todo el cabello de un puñado y lo jalo fuerte hacia atrás, haciendo que Guillermo alzara el cuello. En ese momento Lio aprovecho para lamer desde el vientre, pectorales y cuello de Guillermo hasta finalizar en un beso.

Al terminar ese beso Lio susurro.

—Ven a mi cuarto de hotel.

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Los amo💖

Besitos de vainilla para todes<3

Bailando hacia el gol [MESSI X OCHOA]Where stories live. Discover now