ONE SHOTS• "SOY UNA STARK"

•"JUSTICIA"• P.T.3.

_______ P.O.V

Ni siquiera yo sabía cómo había llegado al Santuario, pero lo había hecho y a pie. Wong me esperaba con su ahora típica expresión de desaprobación y un pequeño deje de preocupación.- Ouch...- me hizo sentarme en la silla de lectura del vestíbulo y él solo comenzó a coser mis heridas sin esperar a que se lo pidiera.- Ouch, Wong.- no me dirigió la palabra al curar y coser las heridas del hombro, ni la cortada del antebrazo o mano.- Wong esto duele.- yo me encargaba de curar las heridas y golpes en mi rostro.- ¿Por qué no usas hilo y aguja normal como todos los doctores?.- el hilo era brillante y naranja, la aguja... era un fragmento de la dimensión espejo, era demasiado puntiaguda
-Porque no soy un doctor.- contestó por primera vez.- Y tú no eres una chica normal.- terminó de coser mi palma.- Si quieres que eso sane con rapidez aguantarás..- dejé el algodón con alcohol en la mesita y miré su trabajo
-Wong.- volteé la mano con cuidado.- Creo que faltó un punto.- lo miré al no recibir respuesta, me daba la espalda y parecía susurrar algo.- ¿Wong?.- se giró y pude ver que sostenía... ammm... dos círculos pequeños con diferentes runas.- ¿Qué es eso?.- Se acercó y colocó uno en el dorso de mi mano y otro en mi hombro, entonces los presionó en mis heridas.- ¡Aaaaa Wong! ¡¿Qué car...?!.- ardía y dolía como el mismo infierno.- ¿Qué demonios es esto?.- mi piel se iluminó en las partes en las que se encontraban y simplemente ya no pude mover el brazo, solo sentía el maldito dolor
-Stephen las creó después de tú incidente en Berlín.- no me miró.- Un prototipo. Te reconstruyen los huesos desde adentro
-No...no puedo mover el brazo.-
-Pues tal vez eso es lo que necesitas.- comenzó a recoger todo.
Intenté volver polvo esa cosa con mis poderes, pero...-¡Aaagh!.- solo aumentaba el dolor
-No puedes tocarlo de ninguna forma. Es un hechizo simple pero inquebrantable.- bufé rendida, solo me quedaba tragarme el dolor.- ¿Ahora ya tuviste suficiente?.- me acomodó el brazo en un cabestrillo casero.
Tensé levemente la mandíbula y lo miré algo dolida... aunque él no pudiera verlo. No contesté... no pude. Pronto la puerta se abrió dejando pasar a...- Dios santo, _____.
-Lo llamaste.- suspiré.- Claro que si.-me levanté con cuidado sintiéndome un poco mareada en el proceso
-Christine lo hizo.- maldita sea Claire...-Señor Rogers.- tomé el libro de Claire
Su respiración parecía agitada y a decir verdad su mirada era indescifrable. Traía consigo un abrigo el cual puso en mis hombros con cuidado.- Al auto... ahora.- ordenó duramente
-Como diga, Capitán.- estaba cansada, golpeada, adolorida... definitivamente no estaba para peleas. Pasé junto a él y caminé a la entrada divisando el auto de Natasha
Entré con cuidado y simplemente me senté sintiendo la comodidad del asiento, Steve no tardó en salir y subir al auto.- ¿Algo que decir?.- cerré los ojos por un momento y no contesté, él bufó y encendió el auto.
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Habíamos hecho una parada en la farmacia, Steve había salido con una gran bolsa llena de medicamentos. Lo demás del transcurso fue silencio puro, incluso cuando aparcamos en el Complejo.
Ambos bajamos sin decir nada y nos adentramos de la misma forma.- ¿Steve?.- nos acercábamos a Natasha.- Supiste algo de... Santo Dios.- se acercó a mi.- ¿Q-qué...? .-intentó tocar mi rostro pero me quité y pasé de largo
-No es nada. Estoy bien.- dije cansada
-¿Qué no es nada?.- Nat dijo incrédula.- ¿Cómo puedes decir eso?
-Dinos lo que pasó.- ordenó Steve
-¿Para qué? De todas formas no van a escucharme.- era verdad, no lo hacían...
-¡______Stark!.- paré mi andar.- ¡Fue suficiente! No te irás de aquí hasta que nos expliques.- nunca había escuchado tan molesto a Steve.- Esto debe parar. Vas a hacer que te maten, no...
Reí amargamente.- ¿Y no creen que eso es exactamente... lo que quiero?.- me giré a verlos
-¿Qué?.- mi respiración comenzaba agitarse y las lágrimas se acumulaban en mis ojos
-Yo intento enmendar las cosas. Todos desaparecieron o, probablemente murieron por mi culpa.- comencé a acercarme.-Yo debí morir ese estúpido día.
-Eso no es cierto,_____.- una lágrima rodó por mi mejilla
-¿No?...¿Cómo podrían saberlo?.- dije amargamente.- No estuviste ahí... ninguno de los dos.-sonreí sin emoción, ellos no contestaron.- Lo mínimo que puedo hacer es... pelear y salvar a los que quedan de los malditos insectos que se quedaron... sin importar el riesgo.- tragué el nudo en mi garganta.- Hoy salvé a una enfermera de morir horriblemente. Evité que matarán a golpes a ese sujeto vestido de Diablo. Defendí al hospital, a sus pacientes y empleados de 8 ninjas armados- Su expresión neutral a mi no había cambiado y eso me hizo enojar...comencé a subir el tono de mi voz.- ¡He seguido sus estúpidas reglas toda mi vida y aun así nunca es suficiente! Así que díganme, ¿Qué se necesita para complacerlos?.- no respondieron.- Rompo sus reglas y me convierto en la mala, las sigo y aun así lo sigo siendo... No importa si eres una agente. No importa si eres un Vengador... - los señalé.- O un fenómeno como yo. Ninguno puede ganar, entonces ¡¿Cuál es el maldito punto?!- apreté la mandíbula y dejé caer a la mesa el libro algo ensangrentado de Claire.- No me arrepiento de mis acciones...- luego mi teléfono algo estrellado proyectando lo que había sucedido.- Así que perdonen... si no puedo complacerlos.- Ninguno dijo nada, Natasha tenía la mirada en la proyección y Steve tenía la mirada baja. Era de esperarse.
Tomé la bolsa con las medicinas y con dolor me alejé de ellos.- _____. ______, espera...- no hice caso a los llamados de Steve. ¿Para qué? Lo último que quiero son sus discursos de compasión y entendimiento cuando él... cuando ellos no entendían nada.
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Nunca había venido a Hell's Kitchen o al menos no a esta parte.
Frente a mí se encontraban las puertas de aquel edificio donde se siguen las leyes y se "hace justicia"... o algo así. Investigué y todo me llevó hasta aquí, era temprano y para ser viernes había un número grande de personas en el lugar, algunos me veían "discretamente", a otros no les importaba mi incomodidad y parecía que se tomaban todo su tiempo en examinar mis heridas incluso parecía que intentaban ver a través del cabestrillo que usaba... en otras circunstancias les diría que se metieran en sus asuntos, pero ya tenía demasiado en la cabeza como para hacer eso.
Me adentré al edificio y caminé por el pasillo que daba a las cortes hasta que me detuve abruptamente, todos terminaban de salir de aquella puerta a la derecha... incluyéndolo a él y la que sabía era su cliente. Un poco más cerca divisé a una señorita rubia anotando cosas que le decía un señor, me acerqué un poco a donde estaban y toqué su hombro con suavidad.- Disculpe.- mi voz sonaba algo ronca así que aclaré la garganta.- Lamento interrumpir
Me veía con algo de impresión y como los otros, posó sus ojos en cada uno de los golpes que adornaban mi rostro. Incliné la cabeza un poco haciendo que mi cabello cayera en mi rostro y le tapara la vista.- No, es es...- pareció salir de su trance.- Ammm...- se giró a aquel sujeto.- Muchas gracias por su declaración.- aquel hombre asintió y nos dejó solas.- ¿Sí?
-Yo... creí que el juicio había empezado hace 15 minutos.- miró detrás de ella por un momento
-Así fue.- fruncí el ceño levemente.- Murdock, el abogado defensor.- lo miré.- derrumbó la defensa del otro abogado y...- su voz se volvió sorda para mí, intentaba entrar en la mente de él... pero algo andaba mal.
No escuchaba absolutamente nada, lo intenté con otro, y otro... y otro. Sentí la respiración pesada, esto... esto no se supone que pasaría. Sentí su mano en mi hombro izquierdo y eso me hizo volver a la realidad.- Disculpe ¿Qué?
-¿Estás bien?.- volví a mirarlo, él parecía escucharnos.- ¿Necesitas ayuda?.- me susurró
Moví levemente mi hombro para quitar su mano.- Gracias por la información.- me aferré al aza de la mochila que atravesaba mi pecho y caminé a paso rápido a la salida. Intenté llenar mis pulmones del aire fresco, pero eso no ayudaba en absoluto... me recargué en aquel pilar de piedra de la entrada e intenté destruirlo o algo.- Vamos.- parecían tener una falla y podría solo deberse a...- Ay no puede ser.- golpe un par de veces el pilar
-Oye.- cerré los ojos cansada.- Puedes hablar conmigo. Puedo ayudarte.- me giré a verla.
-No necesito ayuda.- intenté irme pero ella me detuvo
-Eso es lo que dices, pero viniste aquí por algo.- para saber cómo era él realmente.- Matt Murdock es un buen abogado, deberías hablar con él y decirle lo que te pasó.- creo que él está muy consciente de lo que me pasó.- Mandará a la cárcel a quien te hizo eso.- sonreí leve y negué.- Estoy segura.- no respondí y eso la hizo resoplar.- Escucha... no te obligaré a hacerlo, sé que puede ser un proceso muy difícil. Pero alguien que le hace esto a una joven merece pudrirse en el infierno.- bueno...- Se puede hacer de muchas maneras.- me tendió su tarjeta.- Soy periodista, si no quieres hablar con Matt al menos habla conmigo... cuando estés lista. Contestaré a cualquier hora.
La tomé y la guardé en mi pantalón.- Adiós, señorita Page.
Comencé a bajar las escaleras rápidamente.- ¡Espera! No me has dicho tú nombre

😟...

-Ela 🕷️