Capítulo 6 El pasado quedó atrás

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En la casa de la familia Williams.

La mansión enclavada en la ladera de la montaña había sido hogar de la familia por varias generaciones. El Consorcio Williams era una de las empresas más antiguas del país y tenía una trayectoria insondable; en ese aspecto ni siquiera el Grupo Quantum, fundado por Darren, podía comparársele.

Ya estaba amaneciendo en la mansión y los rayos del sol se colaron en la habitación de Claire, despertándola.

Sus ojos se abrieron de repente y se encontró con aquel escenario familiar. El olor y la calidez del hogar la hicieron llorar.

Antes de que pudiera recuperarse, la puerta se abrió de repente y un hombre canoso apareció ante ella. Con los ojos llenos de lágrimas, la mujer se levantó y corrió hacia él.

"¡Papá!", exclamó.

Taylor Williams dejó escapar un suspiro y le acarició el pelo.

Aunque su expresión era seria, el amor y la compasión por su pequeña hija eran evidentes en sus ojos. "¡Pensaba que nunca ibas a volver!".

Nathan Williams entró cuando escuchó la voz de Claire.

Nathan se parecía a su padre, era dominante como él, pero era más apuesto y agradable.

"Papá, Claire ha vuelto... Quita esa cara seria. ¿Cuántas veces te he dicho que no es bueno esconder la alegría?", declaró el joven con los ojos en blanco.

Taylor miró a su hijo y agregó:

"Sabes que nunca acepté que Claire ocultara su identidad para casarse con ese hombre. Sé que a ella nunca le han importado esas cosas, pero si no la hubieras apoyado, yo jamás habría dejado que pasara por todo eso".

"Papá, cálmate... Ella era joven y los jovenes siempre siguen su corazón", agregó Nathan, tratando de defenderla.

"¿Me estás llamando viejo entonces?", replicó Taylor, mirándolo a los ojos.

"¡Oh, Dios! No fue eso lo que quise decir", respondió Nathan, rascándose la cabeza.

Claire detuvo un momento las lágrimas para sonreír cuando los vio discutiendo. Había vuelto a la normalidad y podía disfrutar del amor y la calidez que tanto echaba de menos.

"Papá, Nathan, sé que cometí un error... No lo niego... Fui muy tonta y muy terca al insistir en estar con Darren. Tarde demasiado tiempo en darme cuenta de las cosas, pero ahora estoy decidida a divorciarme. No quiero volver a saber de él".

Taylor la apretujó fuertemente al escucharla y sintió pena por su pobre hija. "Me alegra escuchar eso", declaró. "Como si el Consorcio Williams no fuera suficiente... ¿Qué diablos tiene de bueno ese Grupo Quantum después de todo? Esa gente no te merece".

Nathan le sonrió a su hermana y alzó el pulgar con una sonrisa.

"Estaba pensando en celebrar una pequeña fiesta está noche con las personas más importantes de Bysea para presentar a mi hermanita a nuestros socios. ¿Qué dices, papá?".

Taylor asintió satisfecho y todo quedó acordado. La idea de un banquete de bienvenida era la mejor forma para presentar a su hija en sociedad alta luego de tanto tiempo.

No obstante, cuando Taylor vio las prendas de Claire, golpeó a Nathan en el hombro y se quejó. "¿Qué clase de hermano deja que su hermana use ropa tan ordinaria? ¿No se te pasó por la cabeza comprarle algo de camino a casa?".

"Ya le pedí a alguien que preparara ropa para ella", declaró Nathan, quien ya había arreglado todo con anticipación. "Claire, he seleccionado varios conjuntos de tu tienda favorita, puedes elegir los que te gusten. El resto lo puedes botar si quieres".

"Gracias, Nathan", sonrió ella, abrazándolo.

El cariño y las risas inundaron el ambiente. Los tres siguieron conversando por un rato hasta que Nathan y Taylor se retiraron para alistar los preparativos para la fiesta.

Antes de marcharse, Nathan se detuvo en el umbral y se dio la vuelta.

"Por cierto, ¿Quieres que invite a Darren Sampson?".

"¿Por qué no?", respondió ella, arqueando una ceja.

"¡Bien! Esa es mi hermana". Nathan sonrió aliviado al ver que su hermana había vuelto a ser la misma de siempre.

Luego de que ellos se fueran, el médico de la familia Williams entró en la habitación para hacerle un chequeo completo a Claire. Cuando terminó, la chica bajó las escaleras para desayunar.

Las criadas habían llenado la mesa con aperitivos y bocadillos deliciosos, Claire pronto sintió hambre y empezó a comer con una sonrisa. A partir de ahora, las humillaciones del pasado quedaban atrás.

Mientras engullía un bocado de caviar, Claire encendió su teléfono.

Sus ojos se abrieron cuando vio veinte llamadas perdidas de Darren.




























¡Muchas gracias por llegar hasta aquí!
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PD1: hoy subiré una nueva novela traducida, por ahora estará el primer capítulo, pero después solo actualizaré 2 capítulos cada fin de semana
Espero que le den mucho amor ☺️








































































PD2: A partir de hoy voy a pausar para subir capítulos, ya que voy a estudiar para mí examen de admisión a la Universidad (solo me tomara un 1 mes desaparecerme o posiblemente menos), de todas formas haré lo posible de subir 2 o 3 capítulos los fines de semana, el que no dejaré de subir será el que corresponde los fines de semana.

Adiós, Mi Amor MiserableWhere stories live. Discover now