C:42 | ALLYSSON

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ALLYSSA, DOS AÑOS ANTES.

—¡Es que no puedes solo irte, maldita sea! —solté intentando reprimir las lágrimas.

Shane me miró, casi no había ningún cambio en su mirada, nunca lo había. Era un insensible de mierda, era…

Ambos sabíamos lo que estaba pasando, los dos sabíamos que nuestro barco se había empezado a hundir desde hace mucho tiempo.

Pero la solución no era irse y ya. No podía ser solo alejarnos, joder, no quería dejarlo. No podía dejarlo dejarme.

—¡Shane! —grité, tirando de su brazo hacia mí cuando intentó darse la vuelta.

Él se giró por completo hacía mí, y me miró directamente a los ojos, harto.

—¡Ya basta! No hice una maldita fiesta para discutir contigo toda la jodida noche, Ally. No importa cuánto lo intentemos, no somos buenos juntos y nunca lo seremos. Acéptalo de una jodida vez.

Negué con la cabeza, enojada.

—¿Esto es más fácil? ¿Abandonarme es más fácil, no? ¿Te estás dando cuenta de lo que estás haciendo, Shane?

—Créeme, jamás había estado tan seguro de algo.

—¿Estás con otra? ¿Es eso? ¡Solo dime la maldita verdad, Shane! Me merezco eso, mierda.

—La verdad es que si seguimos juntos un día vamos a despertar y darnos cuenta de que nos odiamos realmente, Allyssa. Y punto, por eso se acabó.

—No puedes dejarme, no…

—Sabíamos que esto iba a pasar; que no iba a salir bien. Esto es lo que soy Allyssa. Esto es lo que tú eres —sacudió la cabeza sutilmente— No estamos hechos para estar juntos.

Y en ese momento lo mi mano perdió la fuerza y él solo se soltó y siguió caminando.

En cuanto reaccioné lo empecé a seguir hasta llegar a la jodida fiesta, llamándolo y pasando entre los montones de gente para llegar hasta él, no podía dejarlo así, no… joder, tenía que haber otra solución. Podíamos mejorar.

Cuando logré salir del tumulto de gente y llegué a un área donde podía moverme sin miedo a tocar cosas que no debería, me detuve en seco, buscando a Shane con la mirada.

Y cuando lo ví mi corazón se detuvo al instante, y me quedé inmóvil por un segundo intentando procesar la imagen frente a mí.

Shane se estaba besando con otra chica de nuestro instituto.

En verdad la estaba besando.

No sé que químicos había en mi cerebro en ese momento, pero todo pasó demasiado rápido.

Exploté, y nada salió bien después de eso.

Le quité un vaso con alcohol a una de las personas que estaban bailando, y mi reacción fue tan inmediata que ni siquiera ví mi propio brazo moverse cuando le lancé el contenido del vaso a Shane, logrando que me mirara.

—Jodete igual que nos jodiste, imbécil —solté.

Shane y yo nos miramos por exactamente tres segundos antes de que yo sacudiera la cabeza y me diera la vuelta, corriendo fuera del lugar.

No tenía idea de a dónde iba, pero no podía seguir ahí.

El sonido, el ambiente, los cuerpos rozándose… la imagen que no dejaba de repetirse en mi mente, absolutamente todo era insoportable.

Sentía que me ahogaba con mi propia respiración, sentía que mi corazón iba a detenerse en cualquier momento.

Mierda.

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