Capítulo 16.

48 7 4
                                    

El mayor no fue el primero en hablar, no podía aunque quisiera. Se quedó en completo silencio mientras escuchaba la respiración agitada del contrario a través de la linea.

Llamada telefónica:

—¡Harry, soy Louis! —se escuchó la voz aguda del castaño.— Por favor, amor, dime cualquier cosa. —insistió.

—¿L-louis? —preguntó en un tono bajo cuando pudo tranquilizarse un poco.— ¿Prometes que eres tú? —cuestionó permitiéndose llorar nuevamente, se sentía tan confundido.

—Te lo prometo, mi cielito, te juro que soy Louis, déjame explicarte lo que sucedió, por favor. —hablaba rápido, no quería que el mayor colgara la llamada sin antes escuchar lo que tenía para decir.— Estoy por llegar a tu casa y prometo decírtelo todo.

El de cabellos chocolates no dijo más y colgó la llamada, quizá estaba alucinando esa conversación y se sentía tan miserable por no poder distinguir lo que era real y lo que no, aunque, por otra parte, se quedó un poco más aliviado con esa llamada, cualquiera quedaría más asustado que antes pero Harry no, él estaba tan seguro ahora de que se trataba de su Louis, quería jurar que era así, quizá todo había sido una fea broma para hacerlo sentir mal, esperaría a que Louis llegara para poder intentar entender la situación.

Estaba ansioso, daba vueltas por todas partes mientras mordía sus uñas, ya incluso había arrancado algunos pedacitos de piel. No podía soportarlo más, estaba en completo suspenso. Cuando el reloj marcó las 10:54 pm se escuchó que llamaron a la puerta con suaves golpes, Harry se apresuró a abrirla sin pensarlo dos veces, fue entonces cuando se encontró con la pelirroja.

—Hola, cariño. —dijo con voz dulce mientras sostenía al chico en un cálido abrazo que no fue correspondido.— ¿Ya estás mejor?

Harry negó varias veces con su cabeza mientras buscaba a Louis con la mirada, por encima de los hombros de la chica. —¿¡En dónde está Louis!? —cuestionó sin poder ocultar la desesperación que sentía.

—Cariño... Sabes que él no existe, estás muy confundido ahora pero necesitas tomar tu medicamento, vamos para adentro. —habló en un tono suave para no alterar al mayor.

Harry hizo caso omiso a sus palabras antes de zafarse del abrazo para caminar algunos pasos y seguir buscando a Louis. Estaba tan seguro de que el chico llegaría, se lo acababa de decir por llamada, no podía estar volviéndose loco, maldita sea.

Tenía la esperanza de verlo llegar, quería y deseaba con todo su corazón poder abrazarlo una vez más porque todo lo que había sucedido no podía ser un jodido sueño o algo así, él sabía que era real; los abrazos, los besos, las palabras bonitas, todo eso era real y nadie podría hacerle creer lo contrario, ya no. Se mantuvo firme esperando por el contrario hasta que lo vio caminar hacia él, caminaba apresurado hacia los brazos de Harry mientras este lo veía con ilusión, era él, era Louis.

La pelirroja rápidamente se acercó al rizado y lo tomó del brazo para tirar de este con fuerza, Harry no hizo más que negarse y esperar por el menor que se encontraba a unos cuantos metros de él, caminando apresurado.

—Harry... No es real, ven aquí conmigo, anda... —pidió la chica mientras nuevamente tomaba al contrario de uno de sus brazos para jalarlo hacia ella con fuerza.— Es tu maldita enfermedad que te hace verlo, él no está aquí...

Y eso agotó la poca paciencia que Harry tenía, pronto la alejó de su cuerpo con fuerza, no con la suficiente como para lastimarla pero sí para que se alejara de él, fue entonces cuando Louis llegó hasta donde ellos y tomó a Harry en un fuerte abrazo, rápidamente buscando su mirada.

—Mírame, amor. Por favor, mírame a los ojos. —habló Louis desesperado mientras llevaba sus manos al rostro del mayor para sostenerle su cara y hacer que le vea directamente a los ojos.— Soy yo, mi amor, soy Louis, te prometo que soy real, soy quien se muere por un beso tuyo todos los jodidos días, soy el de chico torpe que podría pasar un día entero encerrado en una habitación junto a tu gato para verte feliz, soy yo sin importar lo que ellos te hicieron creer, por favor, confía en mí...

Y Harry lloraba entre sus brazos, no podía hacer otra cosa pues sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento, se sentía agobiado y algo dentro de él lograba tranquilizarlo un poco porque era verdad que se trataba de Louis, lo sabía a la perfección.

La chica los observaba a ambos con rencor, se sentía frustrada y quería hacer lo que fuera para que Harry creyera en ella antes que en Louis, pero sabía que no lo conseguiría, no podría salirse con la suya una vez más.

—No quiero volver a verte, no quiero que te cruces en mi camino jamás, lo que hiciste hoy no podré perdonártelo nunca y ni siquiera quiero una maldita explicación tuya, Florence. —habló Harry sacando un poco del coraje que estaba sintiendo mientras observaba a la chica directamente a los ojos, después se giró ligeramente para ver a Louis.— Y creo que tú me debes una gran explicación de todo esto, no pueden simplemente hacerme ver como un jodido loco porque se les ha venido en gana.

Y eso fue todo, Harry se adentró en su hogar permitiendo que el castaño lo siguiera y entrara también, pronto cerrando la puerta en la cara de la chica.

Había tanto que hablar y Harry no descansaría hasta escuchar a Louis.

Se lo debía.

Escenas borrosas. (l.s)Where stories live. Discover now