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Cuando sus padres laburaban ellos aprovechaban para hacerse maldades, tales como revolearse las cosas o putearse entre sí. Y ese dia no era la excepción.

Rodrigo se estaba bañando con agua calentita, el frío se sentía en el país y como no, en la casa también. Pero el pícaro de Ivan fue hasta el Termotanque* que estaba en la cocina y apagó el agua caliente, espero unos segundos cuando se escuchó un grito desde el baño.

—¡Ivan la concha de tu madre!—El estalló en carcajadas.

Lo mejor fue ver a Rodrigo saliendo del baño con la toalla y tiritando de frío, del enojo comenzó a corretear a Ivan.

(• • •)

—Dale pelotudo, cociname algo.—Le dijo el alto mientras boludeaba con su celular.

—Dale forro, te toca a vos.

—Discúlpame pero yo cocine ayer. Te toca y punto.—Rodrigo se quejó pero se levantó y se fue a la cocina.

Mientras cocinaba se le ocurrió hacerle una picardia al alto, por lo que a los capeletinis les tiro un poco de picante, no lo probó para comprobar que estuviera bien, pero le puso lo suficiente para darse cuenta que picaria.

—Ivan, a la mesa.

El alto se levantó de golpe al ver a su hermanito con un plato de capeletinis y ni dudo en ir hacia la mesa.

—Te amo, ¿sabias?—Dijo con sarcasmo.

El bajo rodó los ojos, aunque por dentro reía sin parar.
El alto, sin notar el desespero del otro, dio un bocado y mastico con ganas, sin saber que a los pocos segundos de haber tragado, empezaría a toser.

—¿Que mier-

No terminó de decir aquello cuando su lengua empezó a picar sin parar.

—Rodrigo...¿Qué le pusiste?—Empezó a abanicar su boca intentando bajar el calor en toda su boca.

—Mira que el sodero* hoy no vino, no hay agua querido.—Dijo mientras sonreía con maldad.

—Hijo de puta—Fue a la cocina corriendo, buscando algo de agua.

—¿Buscas esto, hermanito?—Cuando se volteó, vio a su hermano llenando un vaso con la poca agua que quedaba en la botella.

—Rodrigo, damela.—Quiso acercarse a él, pero Rodrigo se tomó el agua de una.

—Ups, tenía sed.

—Mierda.—Se acercó a la canilla del lavabo y tomó agua de ahí. No quedaba otra.

—Ay mi vida, mira que no podes tomar agua de la canilla, tenes que purificarla primero.

—Cerrá el orto—Dijo y siguió tomando.

Rodrigo ese día disfrutó la cara roja como tómate de Ivan.

(• • •)

Ivan esperaba que Rodrigo terminara de bañarse, en ese periodo que el bajo se duchaba había agarrado el secador de pelo y dentro de él había puesto talco. Cuando escuchó la ducha cerrarse dejó el secador en la cama y salió de la pieza que compartían.

El castaño salió del baño y se encaminó a la pieza, entró y procedió a secarse todo el cuerpo, todo siendo observado por el alto detrás de la puerta.

Cuando el chico agarró la secadora de pelo, Ivan sonrió con maldad. Y sin más rodrigo lo prendió.

—¡Ivan!

Gritó al darse cuenta de su cuerpo y cara fueron cubiertos por aquel polvo blanco.

—Rodrigo deja de drogarte—Rió.

Gente, Se Me Salio La Rodilla De Lugar (Rodrivan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora