PLACER PROHIBIDO, SABOR MACABRO.

CAPÍTULO 16 - MARATÓN 5/5

12:30 a.m.

Jungkook suspiró dejándose caer en una de las bancas que se encontraban por el parque. Todo estaba tan silencioso y tan solitario que incluso se le hacía melancólico. Estaba tan frustrado por no estar haciendo bien su trabajo, incluso... se sentía decepcionado de sí mismo por no estar dando el mejor servicio. Estaba seguro de que si su padre llegara a enterarse..., se sentiría tan mal por haber hecho todo para que su hijo fuera por un buen camino.

En el servicio militar había ascendido de pues gracias a que estaba haciendo todo bien. Al salir siguió estudiando la carrera que había anhelado toda su vida, pero ahora que estaba ahí... ¿por qué no se sentía bien? O quizás... solo fueron falacias que fueron introducidas a su mente gracias a su padre y a sus demás familiares. Debía seguir el legado, y... lo estaba fallando.

Ya no se sentía bien estar vivo, ya no... era una realidad feliz. Su noviazgo iba mal, estaba siendo un estorbo en el trabajo, su carrera iba deteriorándose y la soledad parecía ser su única amiga en esos momentos.

El hecho de pensar que mañana la misma historia se repetiría, le aterraba. Aunque tuviera todo, no tenía nada. Todos dirían que el dinero da la felicidad y claro que la da, pero el proceso de obtener esos billetes... dolía, física y emocionalmente.

En ese momento el teléfono comenzó a vibrar. Estiró su pierna levemente para poder sacarlo y como acto seguido, contestó.

— ¿Ya saliste del trabajo?

— Sí, ¿tú ya lo hiciste?

— Creí que estabas en tu apartamento, vi la motocicleta ahí pero la portera me dijo que no habías llegado.

— Oh, bueno... —mordió levemente su labio con la mirada en sus botas— el jefe me llevó a la zona de reportes. No estoy trabajando fuera así que... no vi necesario llevarla —musitó— además... no podía manejarla, no tenía fuerzas.

— ¿Dónde estás? Iré por ti.

— En el parque a unas cuadras de la estación —observó a su alrededor.

— Bien, llegaré en unos minutos.

— Está bien —respondió desganado.

— Te amo.

La llamada finalizó. Jungkook permaneció quieto por unos momentos sintiendo sus ojos cristalizarse ante aquellas palabras. Bajó lentamente su mano dejando ver el fondo de pantalla que sobresalía ante tal oscuridad; una foto de ellos.

Llevaba mucho de no escuchar eso, ni siquiera... en la madrugada. Taehyung se había ido sin decir nada, y eso lo hacía sentirse más triste de lo normal, llegando a un punto en el que creía que ya no podía complacerlo ni en el sexo.

•    •    •

Taehyung se estacionó cerca de aquel parque. Con la mirada comenzó a buscar a su novio hasta que por fin pudo divisarlo sentado en aquella banca, siendo ahí el momento en que con seriedad caminó hasta él.

— Creí que estarías en la banqueta, ¿Qué haces... aquí? —disminuyó su tono de voz.

— Lo siento, no me percaté —musitó con la voz temblorosa.