Capítulo 1

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Jacob Nyras era un estudiante ejemplar. Llegaba siempre puntual a sus clases, entregaba todos sus trabajos a tiempo, demostraba mucha inteligencia y habilidad. Pronto terminaría sus estudios universitarios, para orgullo de sus padres, ambos eran médicos y les emocionaba que Jacob, a quien de cariño llamaban Jack, se convirtiera en un hábil cirujano. Desde muy pequeño le hicieron leer libros sobre anatomía y medicina y él nunca protestó, quería darle gusto a sus padres, que estuvieran contentos.

Ya había observado varias cirugías de cerca, pronto tendría la gran oportunidad de ayudar en una cirugía. Estaba muy emocionado, vería cómo harían un trasplante de riñón.

El médico a cargo empezó a dar las instrucciones, todo parecía ir muy bien.

Pero luego algo había ocurrido. Un fallo.

Antes de completar el trasplante, había que inyectarle al paciente unos medicamentos especiales para que aceptara el nuevo órgano en su cuerpo. Le pusieron la medicina al paciente como debía ser, pero entonces sus signos vitales empezaron a alterarse, el paciente tenía alergia fuerte al medicamento. Jack de repente se quedó sorprendido por lo que estaba pasando con el paciente, el médico que llevaba la cirugía le dijo que debía traer una inyección especial para tratar la reacción alérgica inmediatamente, Jack estaba asustado, buscó la inyección pero olvidó revisarla: estaba defectuosa y no debía usarse. No le sirvió al paciente y debido a la fuerte reacción alérgica que no le controlaron a tiempo, murió.

Era muy extraño cómo todo se había echado a perder para siempre, tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos.

El peso de su error, algo que parecía tan simple y pequeño pero que había causado tantos problemas, lo atormentaba. Sabía que había decepcionado para siempre a sus padres, amigos, todas las personas que alguna vez creyeron que se volvería un cirujano excelente. Ahora toda la gente lo mirarían con enojo, como una molestia. No podría soportar ver eso. La gente puede decir palabras que suenan amables pero sus ojos dicen algo diferente. Y él se daría cuenta, sólo con ver sus miradas, que fingirían, que lo juzgarían, que lo criticarían. Todos esos ojos. Empezando por los suyos, porque ya ni siquiera podía mirarse de frente en el espejo. Justo ahora, estaba de pie, solo en su baño, se atrevió a levantar un poco la vista y su reflejo era lamentable, se odió tanto que le dio un puñetazo al espejo, rompiéndolo en pedazos. Un pedazo grande quedó en el lavabo, Jack estaba harto, no le importaba nada, no sentía ya nada, así que tomó el pedazo del espejo aún cuando se lastimó la mano al hacerlo, y se apuñaló los ojos. Lo último que pudo ver, fueron algo parecido a lágrimas negras que iban cubriendo de oscuridad su vista.

Fue hospitalizado de emergencia porque estaba perdiendo mucha sangre, los médicos tuvieron que extraerle ambos ojos. Nadie fue a verlo, ni siquiera sus padres, aunque supo que preguntaron por él porque escuchó sus voces en el pasillo, no entraron a donde él estaba.

Jack se había quedado completamente solo. Salvo el ruido que hacían las enfermeras o los médicos que entraban y salían para revisarlo, ninguna otra persona se acercaba a él.

En ese momento, sentía ganas de llorar, aunque sabía que era imposible. Era ya muy de noche, casi todo el hospital se encontraba en silencio. Fue entonces que a Jack le pareció escuchar algo, al principio no estaba muy seguro pero luego se dio cuenta que había otra persona cerca.

- ¿Quién está ahí? ¿Porqué has estado tan callado?

En un principio no hubo respuesta, pero luego, una voz, al parecer la de un hombre joven, respondió:

-Aquí he estado desde el principio, no había tenido que decir nada hasta ahora.

- ¿Por qué estás aquí?

-Lo mío es algo muy aburrido. No importa. Mejor dime, ¿Qué te pasó?

-No quiero hablar sobre eso.

- ¿Seguro? Yo creo que te vendría bien.

-No digas tonterías, ¿Eres doctor o qué?

-Claro que no, pero me doy cuenta de las cosas.

-Ah sí, ¿Cómo qué?

-De que te han dejado solo porque se sienten decepcionados. Seguro te sientes triste por eso.

- ¿Qué quieres?

- Yo también sé lo que es estar solo, que no se acerquen a ti. No puedes notarlo ahora, pero seguido me rechazan por mi aspecto. Cuando eso pasa, me pongo a leer y eso me entretiene.

-Qué buen consejo, seguro debería hacer lo mismo, ja-ja.

-Sé que ya no puedes leer, pero yo sí puedo, seré como un segundo par de ojos...

Desde esa noche, el hombre joven leía libros a Jack. Cada vez que alguien venía a hacer una revisión, se quedaba callado y continuaba con la lectura cuando se volvían a quedar solos.

Las historias que Jack escuchaba casi siempre eran leyendas antiguas, historias de hechiceros. No es el tipo de cosas que le interesaran mucho, pero prefería escuchar eso a quedarse en silencio toda la noche sin poder dormir.

Después de una semana, una noche el hombre joven le dijo:

-Esto que te he leído es verdad, existen poderes más allá de lo que podrías entender.

- ¿Es broma? Si eso existiera, entonces mucha gente andaría por ahí haciendo lo mismo y sería muy normal.

- ¿Entonces qué de especial tendría? No cualquier persona puede tener esas habilidades. Tú sí podrías, si quisieras, claro.

-Ajá, cómo no. Suenas como un libro de superación personal jaja.

-No me estoy burlando, hablo muy en serio, Jacob Nyras.

Jack sintió un escalofrío. Nunca le había dicho su nombre completo... pero entonces recordó que se pone un papel con los datos de cada paciente al frente de su cama, seguro ahí estaba escrito y ahora quería asustarlo.

-Esas son solo estupideces. Déjame en paz.

-Como quieras, Jack.

Hubo un silencio muy largo después de eso. Jack pensó que el hombre joven se había quedado dormido.

-Hey, despierta. Ahora que lo pienso nunca me has dicho tu nombre. Hey, ¿Me oyes?

No hubo ninguna respuesta. Lo siguiente que pudo escuchar fue a la enfermera que vino a hacer su ronda nocturna.

Pasó la noche, luego el día y de nuevo la noche. El hombre joven no habló con él ni una sola vez. Jack estaba inquieto. Entonces, decidió preguntar a una enfermera que había entrado sola:

-Señorita, ¿Me puede decir cómo se llama el otro paciente que está conmigo?

- ¿Cómo? ¿A qué se refiere? No hay ningún otro paciente con usted. Sus padres pidieron que no hubiera otros pacientes aquí. Debe haberse confundido.

Jack no supo qué más decir. Estaba muy sorprendido.

Eyeless Jack: La Mirada Vacíaजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें