Herencia Mágica

Hermana Mayor

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Hola Maho aquí. Todo el mundo conoce la regla de la amistad, la cual dice que no debes tener una relación romántica con la hermana de tu amigo, pero ¿qué pasa cuando es al revez? Es decir, ¿Dónde quedan las amigas de tu hermana?

Mi vista pasaba lentamente a través de los paneles de un manga que Clara me había prestado, más no podía concentrarme, cada pocos paneles algo se interponía en mi vista. Al tener la vista hacia abajo mientras estoy sentado, un hermoso escote tiende a cruzarse en mi camino y cuando menos lo pienso término admirandolo más tiempo del que me gustaría admitir.

Suspiro cansada mientras dejó caer el libro sobre la mesita de café.

"Me pregunto si algún día podré acostumbrarme."

Bueno tengo algunos siglos para lograrlo, aunque esa es otra cosa que aun no puedo procesar del todo.

"¡Llegamos!"

Risa grito fuertemente azotando la puerta de la mansión. No pude evitar sobresaltarme ante el fuerte golpe, si algo tiene la mansión de la abuela es sin duda que es muy silenciosa. Lamentablemente tendré que transferirme a los dormitorios de la escuela, y para echar sal en mi ansiedad social voy a tener que convivir con una compañera de cuarto.

Y si, compañera, aparentemente no es discutible el hecho de que entre en el dormitorio femenino, apesar que apenas comparto ese sexo desde hace menos de dos semanas.

Una serie de voces rompieron mis quejas internas.

Era un juego de tres voces que reían en coro y todas me eran muy familiares.

La verdad es que Risa siempre ha tenido una suerte muy extraña, pero de vez en cuando termina sacándose la lotería aunque ella ni lo nota.

Mis pies temblaban mientras bajaba las escaleras en dirección a las voces, una de las voces era obviamente Risa, lo cual no me podría importar menos, las otras dos eran las que me preocupaban, bueno una en especial.

Mi madre siempre había tenido dos amigas cercanas, amigas de la escuela, y resultó que las tres terminaron embarazadas al mismo tiempo, y para continuar lás coincidencias, las tres tuvieron una niña.

Así es, desde que Risa nació, fue juntada con dos niñas que rápidamente se volvieron muy buenas amigas y si no los has intuido hasta este momento, las dos pertenecen a familias a la sociedad Mítica, así que mientras yo tengo que mentirle a Amelia, Risa, puede pasearse con sus dos amigas a sus anchas.

No me malentiendan ambas me caen bien, les tengo aprecio e incluso las considero mis amigas, aunque no es que seamos muy cercanos después de todo al ser un chico siempre está esa ligera barrera...

¡Espera, ya no soy un chico!

"¡Hermano de grandes tetas termina de bajar!"

El grito de Risa nuevamente me lanza un escalofrío, venía tan encimado en mi misma que no me di cuenta que me había quedado a mitad de la escalera.

"¡¿Por qué eso es lo único que mencionas?!"

"¡Pensar que Maho no solo nos vencería sino que incluso nos humillaría!"

Quien lanzó aquel triste lamento era Fey, una linda niña, muy bajita para su edad, de cabello rubio sucio y que sinceramente no le creerías si te dijera que tiene 14 años, por alguna razón suele seguirle el juego a Risa, para mi demérito.

"¡Chicas no ven que apenas y puede contener su cara de vergüenza!"

Quien las regaño, era la razon de mi temor, una hermosa chica, con un largo cabello negro y una precisosa piel clara que hace realtar sus profundos ojos azul oscuro. A diferencia de las otras dos, ella había tenido un inicio de la pubertad apabullante haciéndola poseedora de un cuerpo que enciende mis pasiones...