Dentro de cada ser humano la magia se oculta esperando por salir. Esa es la verdad que Maho esta a punto de descubrir.
En un mundo donde las personas sufren un despertar que los trasforma en seres de leyenda, que se oculta a los ojos de las person...
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Hola, Maho aquí. Alguna vez han sentido el miedo cuando tu madre te dice seriamente "Tenemos que hablar", es un miedo primitivo que provoca solo querer correr lo más rápido que puedas, pero sabes que nunca podras correr lo suficiente.
Era el primer dia de vacaciones cuando mi mamá nos pidió que fuéramos a la sala a mi hermana menor y a mi. Cuando llegamos mi madre estaba sentada, con una mirada nerviosa.
Tanto mi hermana, como yo, nos sentamos en un sillón enfrente de ella, sin saber exactamente qué esperar. Recientemente me había graduado de secundaria, por lo que ya tenía planes para comenzar mi glorioso verano antes de entrar a la preparatoria.
"Niños, se supone que debo tener esta charla cuando vayan entrar a la prepa, pero ni loca voy a tenerla dos veces así que Risa, te la adelantare un año."
¡Espera! No estará hablando de "La Plática" ¿verdad?
Digo se que es algo así como el deber de los padres, y casi puedo soportar tenerla con mi mamá desde que mi padre murio cuando tenia 3 años, pero ¡Junto con mi hermana! Eso es mucho más de lo que puedo soportar.
La mirada seria de mamá me hace sentir muy incómodo, y por como se retuerce Risa a mi lado no soy el único.
"Hay algo muy importante que debo confesarles..."
Ambos nos quedamos congelados. Desde pequeños había algo que nos molestaba mucho a mi hermana y a mi.
Mamá es toda una belleza, es alta midiendo 1.78 metros, ¡diez centímetros más alta que yo! Tiene una cara hermosa, con rasgos muy finos y delicados, un largo cabello negro, una piel blanca perfecta, sus ojos son azules, pero uno tan claro que casi parecen grises, ella tiene una figura digna de una actriz de televisión, con curvas perfectas. Y a pesar de que debe tener alrededor de 40 años, pondrías en duda siquiera si tiene 30.
En cambio yo y mi hermana apenas nos parecemos, ambos tenemos el cabello marrón rojizo, ojos café claro, y dejando de lado mi apariencia promedio de adolescente, Risa, no tiene señales que su cuerpo vaya a desarrollarse ni la mitad de bien que máma, a sus 15 años, no tiene prácticamente nada de pecho, su rostro apenas entra en la sección de lindo, y su cara no se parece en nada a la de mamá y menos por que ella debe usar lentes, además de que apenas mide un metro y medio.
Siempre barajamos dos posibilidades, o Papá era realmente feo o eramos adoptados. Digo Risa y yo nos parecemos mucho para no ser hermanos, incluso tenemos el mismo lunar en forma de media luna en el brazo izquierdo, y ya que solo nos llevamos 10 meses, mamá bien pudo adoptarnos cuando éramos bebés y no lo sabriamos.
"Yo... Ustedes...."
Mamá estaba frustrada como si no sabria como comenzar, por lo que después de balbucear por un rato, se levantó exaltada gritando.
"¡Ah! Mejor solo se los muestro. Vengan vamonos."
Sin esperarnos, aquella mujer solo salió corriendo hacia el auto.
