Eternity

05- Haunted by your ghost

Tory se había leído el diario de Max en menos de una semana. Ya sea en la preparatoria, en su casa, o cuando salía con Robby, siempre lo llevaba con ella. El castaño le había preguntado a la chica sobre aquel antiguo libro, pero la pelirrubia siempre evadía la pregunta con una maestría impresionante hasta para ella misma.

Tras leer el diario al revés y al derecho, la chica había quedado indescriptiblemente con más preguntas que respuestas.

Había días en que se dedicaba a revisar aquel artilugio página por página, todo con tal de ver que había dejado pasar. Cada detalle contaba.

Al leer, Tory sentía la soledad de la pelirroja, sentía su tristeza.

Más de una vez, la pelirrubia se encontró relacionándose a Max. Atascada en el limbo, atascada en el mundo, sin necesidad de morir, pero tampoco viviendo.

Aunque con Robby lograba olvidar aquello. Así como Max comenzó a vivir por primera vez con Lucas. Cuando por fin dejó el limbo, cuando por fin tuvo una opción.

Al pensar en esto la pelirrubia sentía pavor, comparar su relación con Robby con la de Max y Lucas la aterraba. No solo por como acabaron estos, sino por lo que significaba para ella.

Ser vista, y pudiendo ser rechazada.

No.

Robby era solo su amigo.

Su vecino.

Eso era todo.

A diario Tory miraba las fotos de Max y Lucas, las que había tomado de la preparatoria, y luchaba internamente con el impulso de querer llamar a este Jim Hopper. Tal vez aún no era demasiado tarde.

"¿Qué demonios te pasó roja? ¿Dónde estás?" Se preguntaba a menudo.

Pero tal vez se involucró demasiado en una situación sin remedio. Tal vez le trajo recuerdos de cosas que había estado intentando olvidar desde hace años, desde que tiene uso de razón.

Porque una noche en la que la paz reinaba en la casa Maiden, sollozos comenzaron a escucharse de pronto.

Sollozos desgarradores.

Venían de todas y ninguna parte en particular.

Tory sentía que su cabeza estallaría.

La chica despertó a su padre con rapidez. "No escucho nada, Victoria. ¿No me digas que estas teniendo otro episodio?"

La pelirrubia le aseguró al hombre que no era así. Mucho tiempo había pasado en hospitales luchando contra el fantasma de su madre.

Pero su mamá era dulce, le hacía compañía. Esto era una situación muy diferente.

A medida que las noches pasaban todo se volvía peor. Tory comenzaba a cuestionar su sanidad.

Porque ya no eran solo sollozos, ahora estaban acompañados con un nombre.

Lucas.

Cada noche aquella rota voz llamaba por Lucas, le pedía perdón.

La voz de Max, Tory supone. No es como si la hubiera escuchado hablar antes.

"¡Cállate! ¡Solo cállate!" Gritaba la pelirrubia, agarrando su cabeza mientras lloraba. "No creo que él vaya a volver, no creo que tú vayas a volver. Lo siento."

...

Robby y Sam hablaban junto a los casilleros mientras esperaban que sonara el timbre para su próxima clase.

Miguel, Eli y Yasmine ya se habían ido a literatura. Su profesor tenía una fijación con la puntualidad. Y Demetri y Moon se habían ido a cambiar de ropa, pues tenían acondicionamiento físico.