Me amas o Me odias|• KOOKMIN

🏵️Cap. Uno

Jimin era Jimin antes de conocerlo, eso decían todos, todos solían decir que cambió demasiado pero el lindo Beta no lo creía así. Para Jimin siempre existía una luz al final de ese oscuro pasillo, esa luz que él seguiría hasta salir de ese tenebroso lugar.

Hace años cuando solo tenía ocho, su Omega se perdió, su Omega murió y eso lo transformó en el adorable Beta que todos conocían hoy. Su madre nunca habló de lo ocurrido y Jimin no recordaba nada de ese incidente, para él no era importante.
En la aldea solo eran ellos dos, su madre Omega fue muy criticada y burlada por el hecho que se su pareja encontró a su destinado y a causa de ello la abandonó con su cachorro, ella debió morir como era de esperarse, pero la madre luna le dio la posibilidad de seguir adelante y cuidar de su hijo. Esa era la historia favorita de Jimin.

El como la madre luna un día se presentó ante su madre y le quitó el dolor a su Omega borrando su marca y dándole una segunda oportunidad para volver a amar.

Su madre lo había tenido a los dieciocho años, en su aldea no era algo extraño, pero en la de su madre sí lo fue y por esa razón sus padres la echaron de casa motivo por el cual fue a vivir con su padre a la aldea de este. Cuando todo ocurrió Jimin tenía seis años, fue cuando su padre se despidió de él y de su madre, esa noche ella lloró desconsolada y el solo siguió jugando con sus muñecos de trapo sin darle importancia, pues era solo un pequeño niño que no sabía nada del mundo y vivía en su inocencia. Aún recuerda como esa noche su madre lo abrazó hasta casi asfixiarlo mientras le susurraba que jamás lo dejaría solo.
Dos años después, cuando Jimin regresaba de jugar en el patio vio a su madre con maletas en manos, ella le dijo que se irían lejos de allí y él se emocionó por ello, le gustaba viajar con ella. Jimin jamás pensó que ese no era solo un viaje de ida y vuelta, que en realidad jamás volverían a su aldea.

Fue así como comenzaron a vivir en una ciudad cercana, solía quedarse solo hasta que ella llegaba del trabajo y jugaba con él, todo iba bien pero tres años después, se marcharon de su hogar. Está vez el lugar al cual su madre lo llevó fue a su aldea, Jimin observó la emoción de su madre, pues ella en todo el viaje le dijo lo hermosa que está era, le habló de sus abuelos, de los jardines que estos tenían y el patio de juego en el que ella solía pasar las tarde con sus amigos antes de conocer a su padre.

__ Jimin…

__ No me siento lindo__ susurró observando su reflejo en el espejo de su habitación

__ Eres hermoso __ rió.

__ No lo soy, pero tampoco estoy mal__ miro a su madre __ ¿Crees que ese Alfa lo noté?

__ Hijo…

__ Ayer Jungkook miró a un Omega, él tenía el cabello rubio.

__ Tu cabello es rubio.

__ Ceniza, el de él era más amarillo, bonito __ suspiró __ Debería teñirlo y-

__ No harás nada de eso, tu cabello ceniza es hermoso y si ese Alfa no lo nota entonces olvídalo.

__ Cuánto costará una tintura, no tengo mucho dinero ahorrado porque le compré chocolates a Hobi hyung hace unos días __ murmuró __ Pero si comienzo ahorrar desde ahora entonces podré reunir lo suficiente.

__ Será mejor que vayas al instituto antes de que te golpee contra la pared para que reacciones__ dijo con una pequeña mueca.

__ Deberías buscar ayuda__ la observó Jimin __ Últimamente estás muy violenta__ murmuró por lo bajo saliendo de la habitación.

Ji Eun solo suspiro negando con su cabeza, a veces deseaba golpear a su adorable hijo. Negó un par de veces tratando de tranquilizarse, Jimin le llevaba trabajo pues su adorable Beta era algo diferente al restó, no sonreía mucho, pero cuando lo hacía era hermoso, su sinceridad era abrumante y sobretodo el hecho de que siempre era muy perfeccionista con absolutamente todo lo que hacía. Sus padres adoraban al rubio, Ji Eun agradeció el hecho de que ellos la perdonarán y la ayudarán cuando decidió regresar a su manada, su madre le decía que debía volver a empezar y conocer a un buen alfa, pues aún era una Omega hermosa, pero ella solo tenía ojos para Jimin, aún no conocía a un Alfa que hiciera acelerar sus corazón.