❛ 𝖻𝗈𝗇𝖽𝗂 ¡ 𝗹𝗲𝗮𝗻𝗱𝗿𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗱𝗲𝘀 ❜

❪ 𝖢𝖠𝖯𝖨𝖳𝖴𝖫𝖮 𝖮𝟨 ❫

CAPÍTULO SEIS
la salida

quince años, 2011
📍san justo, buenos aires.

[ . . . ]

El sonido del mar se encontraba super relajante para los oídos de la morocha, que lo oían como una melodía meliflua, que tranquilizaba cada parte de su cuerpo, aquello que tanto disfrutaba de estar en la playa. Sonrió acostandose sobre la arena bajo suyo, sintiendo el candente sol en todo su cuerpo penetrante cada poro quemándose cada segundo que pasara bajo él.

Sintió como un cuerpo tapaba los rayos de la bola de fuego que iban en dirección a ella, por reflejo abrió los ojos encontrándose con una figura indistinta y negra debido a que la luz se encontraba en su espalda. Abrió y cerró los ojos, levantándose pata quedar a la altura de él, mirándolo al rostro y preguntándose que hacía allí.

"Vamo' morocha. " comentó rápido entre pequeñas risas, agarrando la mano de la mencionada. Sentía el agarre tan despacio sin querer lastimarla pero tan seguro para no querer soltarla. Dirigía su mirada desde su muñeca hasta la cara del contrario, observando minuciosamente cada detalle de la piel del chico, queriendo recordarlo como si fuera la última vez que lo iba a ver.

Caminaban a paso rápido sobre la arena que sentía tan real la muchacha bajo sus pies. Llegaron a un lugar donde había una lona en la arena y encima de ella comidas con decoraciones de algunas flores; violetas, las salvia. Sonrió observando con detenimiento cada detalle, y luego dirigió su mirada al chico a su lado, quien no paraba de mirarla, queriendo saber cual era la reacción de la chica, leyendo las expresiones como si el leyera sus pensamientos, o eso creía. Ella le sonrió más, una sonrisa sincera llena de cariño y alegría.

Lentamente el chico se fue acercando a ella, y como si fueran un imán, ella a él. Tomó la parte del cuello de la morocha suavemente con todo el cuidado que pudiera tener. Ella suspiró mirándolo. Cada vez la distancia era un estorbo en la misión de aquellos dos.

♡

Sintió un escalofrío en toda su columna dorsal. Acababa de despertarse luego de un largo sueño donde se encontraba con un chico. Dejó de pensar en aquello sin querer darle tanta importancia a un hecho intrascendente. Se puso sus pantuflas rosas de Kitty, acompañadas de su pijama rosa que tenía de chiquita. Bostezando se dirigió a la cocina donde encontró a su mamá preparar todo apurada.