Capítulo 54:

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El tiempo es un acertijo complejo de descifrar, para algunas personas es un fiel consejero y encargado de sanar profundas heridas del alma, para otros es un vil tirano dispuesto a cobrar cada uno de los errores cometidos bajo el manto de la ignora...

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El tiempo es un acertijo complejo de descifrar, para algunas personas es un fiel consejero y encargado de sanar profundas heridas del alma, para otros es un vil tirano dispuesto a cobrar cada uno de los errores cometidos bajo el manto de la ignorancia llamado humanidad. Mi presente tiene una belleza muy subjetiva porque no se pinta como quisiera, el padre tiempo no es bueno con este siervo suyo, y tampoco soy merecedor de sus favores. Luego que decidí acudir al encuentro de la verdad, dicho maleficio mortal me golpeó en el rostro, una escena atroz me sorprendió cuando empujé el triangular muro de madera que me separaba del amor. Me quedé detenido en ese tiempo de una forma extraña porque me estaba mostrando un lugar que he perdido entre los sinsabores de la indecisión, y para llegar a recuperarlo harán falta muchos ajustes.

—¿Señorita Elizabeth? —Consigo pronunciar después de superar el impacto sorpresivo, mi amada solloza desconsolada sosteniendo un cojín del sofá, su pañuelo acaricia despreocupado sus tersas mejillas empapadas de lágrimas generando en mi ser una envidia descomunal, y dirijo la vista al caballero que la acompaña de rodillas sujetando sus manos temblorosas—. ¿Señor Bingley? ¿Qué sucedió en mi ausencia? ¿Algo grave...?

—¡Aconteció un suceso terrible! ¡Oh, señor Darcy! —La dama se pone en pie exaltada, y corre a mi encuentro para refugiarse entre mis brazos, los cuales cedo como un reverendo esclavo de sus caprichos, le otorgo una mirada acusadora a mi buen amigo pelirrojo, y el caballero me sonríe con complacencia—. El señor Bingley me acaba de confesar que prefiere el favor de los caballeros, ¡guarda sentimientos por el señor Edevane! ¡Phillip Edevane y mi cuñado fueron amantes! ¡¿Cómo es posible!? ¡¿Usted puede creerlo!? El honorable señor Bingley es un perverso pirata de caballeros...

Me tenso sobremanera al escuchar lo que comunica mi amada horrorizada por la sincera confesión de mi estimado amigo, y cuando nuestras miradas claras vuelven a encontrarse lo comprendo todo. Charles vuelve a sonreír con cierto desgano, lo hizo por mí, para salvar lo poco que resta de un idilio que yo mismo mandé al infierno. Acaricio lentamente la espalda de Lizzy, y muevo lentamente mis manos para sostener el delicado rostro que amo, un sudor frío recorre mi espina dorsal, soy consciente que lo que voy a cometer en una severa imprudencia dentro de la decencia, pero no es de nobles corazones dejar morir en el paredón a un inocente en la más vil soledad, estoy dispuesto a recibir los disparos a su lado. Eso es lo que le corresponde hacer a un amigo leal.

—Lo sé. Conozco el secreto de Charles desde que inició en sus primeros años, Lizzy —los ojos oscuros de mi amada se abren de una manera exagerada, le resulta difícil concebirlo, su expresión de congoja cambia radicalmente a una de enfado intentando apartarse de mis brazos, pero se lo impido—. Gracias, Charles. Por favor déjame a solas con la señorita Elizabeth, tenemos una interesante plática pendiente.

—Le amo en la hermandad que tengo la dicha de compartir con usted, señor Darcy —el caballero pelirrojo me obsequió un abrazo repleto de sentimientos cuando mi amada se deja caer en el sofá del despacho comercial, está atrapada en una especie de trance, y mi buen amigo se limpia el sudor generado por la odiosa tensión—. Perdón por mentir, no fue mi intención mencionar la invitación del marqués para complacer a Katty. La verdad...

NOVIAZGO Y PREJUICIOOnde histórias criam vida. Descubra agora