Capítulo 5: Instinto Salvaje

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Esperé durante mucho tiempo llegar a este episodio. Este es uno de los capítulos que más disfruté escribir, y donde realmente comenzaría la historia. Disfrútenlo!

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Sora entró en el edificio y todo se volvió muy familiar. Si bien no se parecía nada a las oscuras paredes de su habitación en los sótanos del castillo, el espacio cerrado comparado con lo que había visto afuera le causo una extraña sensación de encierro. El interior de la escuela era extrañamente monótono, comparado con el exterior.

Pisos de losa cuadrada, con un patrón de blanco y gris repetido hasta las paredes y puertas de madera. Las paredes eran blancas y grises también, y con pocos detalles. Definitivamente ese lugar podría tener más color. Alumnos de todos los tamaños y edades caminaban de aquí para allá, mientras algunos adultos uniformados se paraban en medio de ellos, dando indicaciones.

Sora se apresuró hacia uno de ellos, pero mientras caminaba, sintió varios tirones de su cola que le causaron dolor. Se dio vuelta y se dio cuenta de que su cola larga ahora la arrastraba por el suelo, y prácticamente era una alfombra de pelo roja que arrastraba detrás de sí, e inevitablemente, alumnos despistados la pisaban sin darse cuenta. Cuando estaban por la calle, estaba muy ocupado en ver todo lo que tenía alrededor para darse cuenta de este problema, y Loyal había tenido cuidado de llevarlo por el centro de la calle, menos concurrida.

Se apresuró a agitar un poco su cola para sacudir el polvo, y la recogió debajo de su casco izquierdo mientras avanzaba hacia el encargado, que como muchos otros, ya estaba mirándolo fijo al tener una cola tan grande. A Sora no le importaban las miradas, pero la idea era que no llame la atención, y estaba fallando.

- Disculpa...- Le dijo al encargado, un poni de color gris con cabello negro, que entonaba perfectamente con las paredes del lugar- Soy nuevo... ¿Podría decirme donde tienen clase los del primer año?

- ¿Primer año? – Repitió el poni, ceñudo- ¿Estás seguro? Por tu tamaño, parecería que tendrías más edad. ¿Tu nombre?

- ¡Fl... urning! Quiero decir... ¡Burning! ¡Burning Nightsky!

El poni miró un anotador en la cual tenía una serie de listas y movió su casco buscando entre los nombres.

- Ah... Si, ya veo- Dijo mirándolo por sobre el anotador- Estudiante de intercambio. Por un caso especial, debiste empezar tus clases más tarde.

- Uh... ¡Si, claro! Intercambio, si...

- Hmm...- El poni frunció el ceño, pero bajó el anotador y señaló hacia uno de los pasillos- Los de primer año tienen sus clases en la Planta Baja. Dirígete al salón 3-A, con la profesora Harsh.

Sora asintió y corrió con sus 3 piernas aun sosteniendo su cola bajo su brazo, cuando por fin llegó a su aula, la soltó y dio tres golpes con su casco. La puerta se abrió y una poni mayor, de crines blancos, piel amarillo claro y mirada severa lo recibió.

- Uhm... buenos días. Soy Burning Nightsky...

- Llegas tarde. Las clases comienzan en el minuto en que esta puerta se cierra. Aunque supongo que al ser tu primer día, estás disculpado, señor... ¿Nightsky?

- Si, señora- Respondiò dando una pequeña reverencia de disculpa

- Hm... al menos tus modales están a la altura. Muy bien, entra, y preséntate ante la clase.

Esa era la naturaleza de Sora al conocer nuevos ponis. Vivir en soledad, aunque parezca ser por poco tiempo, pero mucho a ojos del potrillo, te hace obtener un aprecio por las nuevas caras.

My Little Shinobi: Flaming SoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora