El pasado suele ser amigo pero también un peor enemigo, eso es lo que piensa Daren Volkov el Pakham de la Mafia Rusa.
Ya que lo que se graba a fuego en el corazón no se borra ni se olvida pero él desafiará los mitos y viejas leyendas demostrando que...
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Enmienda Farisha
Revisó mi maquillaje al terminar de retocar el labial rojo en mis labios, aliso mis hebras doradas, respirando profundo, calmando mis nervios, mi corazón resuena dentro de mi pecho con un maldito galope que corre en una danza contra un tiempo impuesto odiando las inseguridades que surgen. Observó mi reflejo concentrándome en mis ojos dilatados y en mi pecho que brilla por mi piel bronceada, contrastando con el vestido carmín que me acompaña esta noche.
—¿Estás lista? —cuestiona Danika despreocupada a mi lado, enfundada en un vestido de cuero negro.
Asiento tragando todo aquello que me pueda hacer flaquear, ya que pese a llevar cuatro meses en esto, las reuniones de Daren siempre colocan mis nervios a flor de piel y es algo qué me molesta en sobremanera porque si mi padre no me hubiese exiliado este tipo de cosas no me pasarían a menudo.
Llegamos a la parte alta del establecimiento dónde la música alta se pierde en los pasillos de paredes acarameladas y luces doradas, acercándonos al grupo de personas que charlan de manera fluida, enfundados en trajes como si fuesen a concretar cualquier tipo de negocio, camuflándose como empresarios respetables.
El idioma que hablan los hombres del hombre de barba plateada y ojos verdes no logró entenderlo, pero no lo demuestro situándome al lado de Daren que se encuentra acompañado de un Darkó distante y un Nadir preocupado.
—Spokoynoy nochi gospada —Saluda tiempo después en ruso una chica de cabello ondulado color cobrizo con un vestido largo color negro con abertura en su pierna derecha de escotado pronunciado y adornos dorados, al llegar a la mesa y situarse al lado del hombre mayor.
—Buenas noches, Cansu —Saluda Nadir con amabilidad.
—Basil anda en la redada en busca de Qshir —El señor mayor continuo la charla pasándole un trago a la chica que va dejando una serie de fotografías de personas con la piel azulada, las venas saltadas que se infligen dolor así mismas —. Esto es algo que necesita solución inmediata Daren, aún no se sabe detrás de quién viene, pero debemos empezar actuar ya.
—En eso estoy —le informa Daren tomando las fotografías, y una de esas me deja fría cuando observó a la chica de cabello cobrizo que se sostiene del brazo de un tipo de cabello negro rogando en mi interior que mis nervios me estén pasando una mala jugada y no sea... No — Kaira está en Arabia buscando información detallada de ello.
—La chica es importante —señala el sujeto, la fotografía que Daren sostiene —. O bueno lo era, ya que dos meses atrás la tiene más maltratada que a la propia esposa.
—Lo sigue siendo padre, y puedo asegurar que si se la quitamos dará la cara.
Mis manos sudan frío, cuándo reafirmó que es Rebecca, con el pómulo morado, el labio reventado, sus ojos se encuentran rojos y su piel se encuentra más pálida que de costumbre, siento mis ojos húmedos y trató de disipar el nudo que se ha formado en mi garganta.
