❥. ᭄ 𝐒𝐚𝐡𝐲𝐨 ★ Adaptación
❝ ¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que sí. Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Jihyo, una mujer dulce y dedicada. Jisoo, sexy e i...
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Park Jihyo's point of view
¿Por qué a la vida le gusta cambiar constantemente? Cuando te empiezas acostumbrar a la situación, cambia por completo cuando menos lo esperas. Dejando nuestro mundo irremediablemente destrozado. En un día, Sana destilaba odio y rencor, y ahora ella estaba acostada en mi cama en un sueño profundo.
Loco...
Negué mentalmente y sonreí mientras miraba su expresión serena mientras dormía. Le acaricié sus cabellos en un cariño tranquilo, sintiendo a la mujer suspirar cómodamente.
— ¿En qué estaba pensando cuando me involucré contigo?
Le susurré a Sana que ni siquiera escuchó. Deslice mi pulgar sobre la suave piel de su cara, observando lo hermosa que se veía dormida. Con certeza Minatozaki Sana es una de las obras más bellas jamás hechas.
"Estás siendo demasiado estúpida Jihyo"
Me dije a mí misma en mis pensamientos. Pero fue en vano, no podía disminuir la intensidad de lo que sentía por esta mujer era enloquecedor cada vez ella robaba otro pedacito de mí. ¿Esto podría ser normal? Si era normal, no podía decirlo. Yo solamente lo sentía.
Sentía una necesidad de estar cerca, de sentirla conmigo. De oír su voz, de recibir su mirada penetrante, y sus cariñosos besos. Querer a Sana era como un laberinto sin fin, nunca se sabía cómo parar. Una especie de frenesí en sentimientos. Yo estaba perdida, porque el destino trató de unir a dos personas las que probablemente nunca iban funcionarían, o incluso podrían funcionar. Sonreí y continué con mis caricias cuando ella se movió lentamente, acurrucándose en mis brazos en busca de calor. En el instante en que su cuerpo se unió a la mío, detuve mis caricias, recibiendo una queja casi inconsciente.
— No pares, no... — susurró ella somnolienta haciéndome sonreír.
— Pensé que estabas dormida.
Sana sonrió débilmente, con un suspiro fuerte.
— Si me quedo despierta, te detienes.
Me mordí los labios y sonreí. Su embriaguez la dejaba cariñosa y mansa, mostrando una Sana totalmente rendida. Muy diferente de lo que estaba acostumbrada.
— Me detendré.
— Entonces ya voy a dormir, Hyo. Solo continúa...
Sana susurró juntando más mi cuerpo con el de ella, poniendo su cara en el hueco de mi cuello. No demoré mucho para sentir sus labios ir en contra de mi piel en un beso calmado. Cerré los ojos sintiendo su mano deslizarse lentamente sobre mi abdomen con caricias y una pizca de picardía.
— Sana...
— ¡Shhhi! Cállate, Hyo. Son solo caricias.
Ella susurró subiendo con su mano hasta mi pecho, por encima de la tela de la ropa que llevaba. Dejo la mano inmóvil por un momento, hasta que poco a poco comenzó a masajear.
