The Stripper Ꞝ Sahyo

Capítulo 52 - "La pérdida"

Minatozaki Sana's point of view

En esa fracción de segundo mi cuerpo se congelo, la visión de Jihyo tirada en el piso sucio con sangre hizo que mi cuerpo entero se detuviera. Como si hubiera entrado en otra dimensión solo podía temer perderla. Podía escuchar mi respiración el lento latido de mi corazón, casi deteniéndose. No estaba sola, había alguien con ella en el piso, el cuerpo a lado de ella, haciendo la escena más inquietante.

Mis ojos se alejaron de Jihyo y aterrizaron en el pelinegro que mantenía un objeto contundente en sus manos. Jinyoung puso sus ojos en mí y su expresión era casi indefinida. Una mezcla de miedo, desesperación y enojo. Y como si una mecha hubiera tenido contacto con fuego, reaccione.

—Tú... ¡La mataste! –Dije en una voz pequeña —¡Hijo de perra, la mataste! –grite con desesperación.

Mi único pensamiento en ese instante "Si él se había llevado a mi mundo, yo me llevaría el de él"

Entonces sin tener control sobre mí, caminé hacia Jinyoung con alarmante velocidad. El enojo y el dolor explotaron en mi pecho de una manera loca e irracional que mi único deseo en ese momento era matarlo. Empujé su cuerpo bruscamente, haciéndolo caer sobre una pequeña mesa, haciendo que todas las cosas cayeran al piso. Me miro asustado, dejando caer el arma con la que le había disparado a Jihyo debajo del gabinete, me moví hacia él y levante su cuerpo por el suéter que estaba usando, lanzando al hombre duramente contra el piso.

—¡Suéltame!—grito desesperadamente.

Rápidamente me coloqué sobre él, sujetándolo en el suelo. Con una fuerza descomunal lo golpee en el rostro. Una, dos, tres veces hasta que vi sangre salir de su nariz.

—¡Terminaré con tu vida! –dije llorando de forma desesperada, mientras golpeaba al hombre con toda mis fuerzas.

—¡Perra! –grito tratando de empujarme.

—¡La mataste! ¡Mataste a Jihyo! –grité entre lágrimas que rodaban por mi cara.

—¡Quítate de encima! –me empujó de nuevo.

Pero mi cuerpo simplemente estaba fuera de control, golpee al pelinegro con el coraje, dolor y odio que había crecido en los pocos segundos que vi a Jihyo en el piso. Jinyoung fue capaz de posicionar sus manos en mi cuello y donde araño fuerte, haciéndome gruñir de dolor. Pero no me rendiría. Lo golpee en la cara sin piedad o clemencia, lo mataría a sangre fría. Ni siquiera podía sentir el dolor en mis puños que se azotaban fuertes en el hombre, o sus fallidos intentos de detenerme. Era como si un golpe de adrenalina me hubiera llegado, llevando a la superficie los más terribles instintos.

—¡Vas... —le di una fuerte bofetada – a pagar por esto! –grite dándole un puñetazo a la cara.

El lloraba entre gritos desesperados, en un descuido me sujeto fuertemente. Girando su cuerpo contra el mío haciéndome caer al piso. Jinyoung me dio una bofetada que seguramente dejaría una marca, sus manos fueron hacia mí desesperadamente tratando de defenderse. Traté de sujetar sus brazos, pero era casi imposible. Lo sujete del enmarañado cabello, jalándolo fuerte y haciéndolo gritar. Por una fracción de segundo se distrajo por el dolor dándome la oportunidad de darle vuelta a la situación. Lo empujé fuertemente haciéndolo golpear el escritorio de la oficina.