[07]

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JiMin se dejó caer en el suelo mientras sentía su respiración calmarse. Las risas de HoSeok no tardaron en hacerse presente mientras que Taemin a su lado se encargaba de defenderlo un poco.

—No seas tan duro con JiMin, tiene dos semanas sin venir a ensayar, un bailarín no se hace un solo día.

—Y en eso mismo que dijiste, está tu respuesta. JiMin necesita aportar más tiempo aquí si realmente quiere considerar esto como un trabajo en el futuro.

JiMin asintió mientras se acomodaba en el suelo, cruzando sus piernas se sentó de una forma más cómoda para luego observar al pelirrojo que estaba a pocos pasos de él con un porte recto y elegante.

HoSeok era un genio en el baile, sea la música que fuera el mayor lograba compenetrarse con ella y hacerla parte de su cuerpo.

JiMin sabía que no era un genio de nacimiento y que tenía muchas cosas en contra, pero él realmente sentía que cada vez que estaba en ese salón, cada ocasión en que la música ahogaba sus sentidos, pertenecía totalmente a ese mundo.

JiMin creía que todo tenía un debido proceso, un orden natural para cada cosa o persona, él no se veía en un juzgado repitiendo leyes y tratando de salvar personas de cumplir condenas; él se veía de otra forma.

Se veía como un artista.

—Deberías de dejar leyes de una buena vez por todas. —Instó Taemin a su lado. JiMin negó.

—Le prometí a mi padre eso, se lo voy a dar.

—¿Y serás infeliz en el proceso? —Cuestionó esta vez HoSeok frunciendo una ceja. —Amigo, no puedes sacrificarte tanto por alguien que no te aporta nada positivo a tu vida.

JiMin asintió mientras se levantaba del suelo en busca de sus pertenencias.

—Iré a casa, hablamos después. —Cerró la conversación con aquella respuesta, ignorando completamente la forma en la que todos sabían la mala relación que llevaba con su padre.

...

Mientras la lluvia caía con impaciencia, JiMin se mantuvo caminando con tranquilidad mientras las palabras que HoSeok y Taemin se alojaban con fuerza en sus pensamientos.

Y aunque tampoco quería pensar en eso, las palabras que JungKook le había dado en el transcurso de la mañana de ese día, también estaban taladrando su mente.

Su vida se había ido a la mierda desde que descubrió sus preferencias. Preferencias que marcaron una brecha entre sus padres y él y que terminó de joderle la vida cuando su madre murió y su papá no encontró con quién más descargar su frustración que no fuera él.

¿Qué si le gustaba sentirse más que los demás y por eso vivía usando a la gente a su alrededor como si fueran peones en un tablero de ajedrez? No le gustaba, pero era su modo de vivir la vida, aprendió del mejor.

Aprendió de su padre.

El hombre que hizo y deshizo con él, lo lanzó al mundo exponiéndolo cómo la oveja negra de la familia que buscaba la redención optando por ser un abogado promedio.

JiMin no necesitaba que nadie más le recordara lo deprimente que era su vida. Tampoco necesitaba aprender de sus errores, él simplemente estaba fuera de todo eso.

Podían tacharlo de egoísta o de mala persona, a él realmente le importaba muy poco todo eso.

Al final del día solamente se tenía a él mismo y si él se sentía bien, entonces lo demás le importaba un carajo.  

Mine » YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora