Capítulo 5

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Emma Wytte

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Emma Wytte

Escuchaba y veía como Bella discutía con Jacob por no dejarla entrar a casa.

Jacob nos había traído, pero no quiso dejarnos bajar cuando supo que había un vampiro cerca.

No conocía a ninguno de los Cullen, pero presentía que no dañarían a Bella, es por eso que no quise intervenir.

Una vez que Bella terminó ganando, tomó mi mano, llevándome con ella.

—¡Emma!

—Lo siento, Jake —escuché cómo cerró la puerta de la camioneta de Bella con demasiada fuerza.

Entramos a la casa, encendí las luces y después solté un pequeño grito al ver a una chica parada junto a nosotras.

—¿Alice? —mi prima inmediatamente se lanzó a abrazarla. La chica nos miraba con gran confusión. Tenía unos extraños ojos dorados, sus rasgos faciales eran sumamente delicados y el corte de cabello era como el de las hadas pixie, ella hacía ilusión a un hada, incluso en su estatura.

—¡Bella! —una extraña mezcla de alivio y confusión se pudo apreciar en su voz.

—Lo siento. No puedo creer que estés aquí.

—¿Podrían explicarme cómo es que están vivas? —yo fruncí mi entrecejo. Ni siquiera la conocía.

—¿Qué?

—Tuve una visión. Las vi saltar de un acantilado —decidí ir al sofá, ambas me miraron—. ¿Por qué intentan matarse? ¿Qué hay de Charlie?

—No te conozco —dije desde el sofá—, pero no intentábamos matarnos, solo fue un clavado.

—Y fue divertido —Bella y yo siempre apoyándonos. Tal vez yo sí quería morir, no lo acepto, no hasta que no vea sus cuerpos, pero sé que mis padres ya no están, la conexión que tenía con ellos se ha perdido, y me duele, me duele que no estén, ellos debían de estar conmigo siempre, pero no lo están.

Alice preparó un té para ambas y  se sentó junto a nosotras.

—Sabía que harían locuras juntas, pero no creí que llegarían a ser tan propensas al suicidio. Jamás conocí a alguien así.

—¿Cómo están todos? —tomé del té, evitando decir algo. Sabía mejor que nadie que Bella solo preguntaba por alguien en específico—. ¿Les contaste?

—No, él solo llama de vez en cuando —mi prima hizo una mueca. Sabía que no era la respuesta que quería—. Dice que quiere estar solo.

Seguramente el idiota de Edward Cullen se siente culpable por dejar sola a Bella en medio del bosque. Qué bueno que se sienta así, debería de sentirse peor.

—¿Desde donde venías? No es un lugar tan lejano, de lo contrario habrías tardado más en llegar.

—Me hallaba en Denali. Hacía una visita a la familia de Tanya.

Inesperado «Edward Cullen »Where stories live. Discover now